miércoles, 11 de noviembre de 2015

CATALUÑA/ESPAÑA: CHOQUE DE TRENES Y LA CASA SIN BARRER

 Un divorcio a las bravas, sin juicio ni juez, ni ley que lo ampare; un intento más de fomentar un cisma que parece no tener fin; una huida hacia ninguna parte,  en un alocado camino que parece no tener retorno

Fernando de Silva

El gobierno de la nación y los independentistas catalanes  se han puesto definitivamente de acuerdo para mantener una insoportable beligerancia, que se convertirá en un argumento central de las próximas elecciones generales, al que se apuntarán todos los partidos con su particular lectura de los hechos. Con tal de conseguir votos se mantiene el combate cuerpo a cuerpo, lo que corrobora que poco les importamos los ciudadanos, que somos, al fin y al cabo, quienes les mantenemos en el poder y les pagamos el sueldo.Con argumentos falaces, y sin tener en cuenta que el 52% de los catalanes no han votado sus opciones, y sin gobierno que les gobierne, Junts pel Sí y la CUP ya han aprobado en el Parlamento catalán su peculiar declaración de independencia. Un divorcio a las bravas, sin juicio ni juez, ni ley que lo ampare; un intento más de fomentar un cisma que parece no tener fin; una huida hacia ninguna parte,  en un alocado camino que parece no tener retorno.
Pero a todo este desaguisado independentista ha contribuido, de forma determinante, el autismo de Rajoy, incapaz de afrontar la situación con diálogo y democracia, escondido cobardemente detrás de las leyes,  los jueces y el Tribunal Constitucional. ¿Alguien se podía imaginar una situación así hace cuatro años?; pues Don Mariano lo puede apuntar en su "haber", como su mayor logro "político". Y el PP, con su consciente obstinación en crear enfrentamientos con los catalanes cuando no los necesita para gobernar, se ha convertido en un fabricante de independentistas.
Pero este conflicto tan recurrente, que sirve para que no se hable de lo que importa realmente al ciudadano y para tapar la corrupción de unos y otros, ya resulta insoportable, e incluso algunos medios de comunicación buscan otras noticias mas relevantes para abrir sus informativos. Porque escuchar a Mas y a Rajoy todos los días, durante meses, diciendo lo mismo, se hace soporífero.
¿Todo esto tiene solución? Puede que sí, puede que no. Pero, por favor, que acabe cuanto antes. Los ciudadanos no nos merecemos esto; aunque no hay mal que por bien no venga, y el Intermedio de El Gran Wyoming, con su peculiar manera de contar la actualidad, parece que está batiendo récords de audiencia. Al menos nos queda el sentido del humor.
DdA. XII/3127

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