domingo, 4 de octubre de 2015

"NO PODEMOS IGNORAR LO QUE QUIEREN DOS MILLONES DE CATALANES"

  Se seguirá alimentando el conflicto. Porque hay quien vive de ese conflicto. Es mucho mejor hablar de esto que de cosas que afectan directamente al ciudadano.

Jordi Évole

Creo que cuando relea de aquí a unos años los artículos que estoy escribiendo no me gustarán. No porque vaya a cambiar de ideas, si no por no haberme resistido a tomar partido por una de las opciones que ahora polarizan Catalunya. No sé si esa es una buena decisión para alguien que se dedica al periodismo. Si algo ha tenido el procés en Catalunya es que no queda ni un periodista por decantarse por el o por el no. Prácticamente todos nos hemos tirado al ruedo de la opinión de forma apasionada. En artículos, tertulias, entrevistas, tuits, portadas y en informativos.
En un momento como este seguramente lo más útil para la ciudadanía era contar con periodistas que observasen e investigasen los hechos y se los contasen. Aunque también les aseguro que en un momento como este hasta informando de la forma más aséptica alguien te diría que te estás posicionando. Por supuesto que todos tenemos una línea editorial. Pero hemos confundido esa línea con la militancia. No es la primera vez que sucede, pero nunca con tanto descaro. Vivimos momentos de filas prietas y cualquier critica a los tuyos puede ser interpretada como traición.
Por eso, una semana después de las elecciones, escasean las informaciones que salgan de la trinchera. Por eso casi todos creen que han ganado, aunque por dentro puedan pensar que igual también han perdido. Por eso unos se aferran a los dos millones de votos a favor de la independencia, y otros se aferran a que esos dos millones de votos solo representan el 47% de los votantes.
Con lo fácil que sería reconocer: «Señores, tenemos un problema, no podemos ignorar lo que quieren dos millones de catalanes. Hay que dar respuestas concretas, incluso plantearnos la celebración de un referéndum». Y que los del otro lado dijesen: «Igual no podemos ir tan rápido porque con menos de la mitad de los votos claramente a favor del, no podemos tirar hacia delante un proyecto de tanta envergadura como la independencia de un país. Paciencia, es cuestión de tiempo, porque la demografía juega a favor, y si el Gobierno sigue con la misma actitud, lo conseguiremos en pocos años».
Esto lo escribe uno que se ha posicionado. No soy independentista, pero tampoco soy antiindependentista. Y sobre todo intento no negar las evidencias. Mi máximo deseo es que esto no se eternice. Pero no se preocupen que lo que digo no servirá de nada. Se seguirá alimentando el conflicto. Porque hay quien vive de ese conflicto. Es mucho mejor hablar de esto que de cosas que afectan directamente al ciudadano: la desigualdad creciente, los sueldos precarios, los servicios públicos mermados. Por eso, que el conflicto se enquiste y se retroalimente es la gran victoria del poder. De aquí y de allá. Un poder cada vez más independizado de la ciudadanía que peor lo pasa.

El Periódico  DdA, XII/3097

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto que hay que escuchar a toda esa gente, pero la Generalitat lleva 35 años manipulando a su población como el PPSOE lleva otros tantos manipulándo a todo el país. Entonces, ¿cuánto caso hay que hacer a unos y a otros? La democracia no sirve para todo; por usar un ejemplo típico y tópico, la mayoría del pueblo alemán, y no digamos el austriaco, estuvo a favor de Hitler. ¿Tendríamos que decir que no se podía ignorar lo que querían nosecuántos millones de alemanes y austriacos? Salvando la distancias evidentes entre ambos casos, el elemento común, extrapolable, es que la voluntad popular es muy manipulable, y que no toda voluntad popular merece siempre ser respetada. Suena fatal, lo sé, pero por culpa de la voluntad popular el mundo tuvo que sufrir dos presidentes Bush, así que cuidado, a ver de dónde proviene o quién ha fomentado esa voluntad "popular".
Todo proceso secesionista tiene implicaciones muy graves. No es que muchos catalanes se quieran "ir", el lenguaje es fácilmente pervertible, es que esos catalanes quieren "echar" al resto de lo españoles que todavía pueden seguir llamando a Cataluña su patria.
Esos 2 millones, la mayoría de los cuales han crecido recibiendo el mensaje subliminal de que el castellano no era su lengua, que las lenguas son como los champiñones, que crecen de la tierra, no algo que lleva la gente que vive en un lugar, y que en tiempos fue el latín, en otros tiempos el árabe, luego el catalán, y hace más de medio siglo el castellano irrumpió con tanta o más fuerza que el catalán, y que quién sabe si dentro de 30 años el chino o el árabe no serán lenguas tan legítimas de Cataluña, o más, que el catalán o el castellano. ¿Y los mensajes nada subliminales de que Cataluña es un país que linda con Francia y Andorra por el norte y con España por el este y el sur? ¿Y esa presión social fomentada por la Generalitat para que lo "español" esté mal visto, que no "mole", que sea algo de lo que avergonzarse?

No, querido Follonero, gozas de mi admiración, simpatía, y coincidencia ideológica en el 90%, por lo menos, de lo que dices habitualmente, pero este sentimiento independentista pretendidamente espontáneo y natural de casi la mitad de los catalanes no nos lo creemos en "España", como no me creí nunca la espontaneidad y la convicción sincera de la gente que iba a esas manifestaciones multitudinarias a favor de Franco, también porque no creo en esa manía de meter a todo el mundo en el mismo saco, esa idea de que "en Cataluña/Andalucía/Madrid/España somos así"; no, habría que quitar poder a los estados centrales cuasiestados y autonómicos para acercarlo a los municipios y a los barrios, eso sí es una autonomización sana y cercana al ciudadano de a pie.

Pese a todo lo dicho, es muy cierto que hay cuestiones que incluso a los "españoles" nos parecen absurdas en lo referente a la autonomía de Cataluña, por ejemplo el tema de las rutas aéreas. ¿De verdad los catalanistas creen que el resto de los ciudadanos del país estamos en contra de que desde los aeropuertos catalanes se pueda volar a zonas del mundo a las que hoy sólo se puede volar desde Madrid? Nos importa un bledo, es más, nos parece totalmente sensato que una persona pueda volar desde BCN si le viene mejor. Y como esa queja, te digo, querido Jordi, que la inmensa mayoría de los españoles estamos totalmente a favor de que se deje a Cataluña organizarse como mejor le parezca; recuerda que el PP gobierna con el 44% de los votos, que la mayoría de los españoles NO les quiso en el gobierno. No es el pueblo español vuestro enemigo, sino el PP y sus acólitos, que, repito, son minoría.


Saludos

Anónimo dijo...

Perdón, me he liado y la cosa queda un poco equívoca. Me comí que a la mayoría de lso españoles nos parece naturalmente aceptable que se satisfagan esas reclamaciones como la de los aeropuertos, infraestructuras, financiación autonómica, etc, no que nos lo parezca que con echen de esa región que seguimos considerando nuestro país.

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