Félix Población
Leo que el artículo 16 de la nueva Ley
de Seguridad Ciudadana, también llamada Ley Mordaza por su carácter represivo, permitirá
el lucimiento de todo tipo de simbología franquista sin que ello comporte
ningún tipo de infracción grave, a menos que los agentes de las Fuerzas de
Seguridad interpreten que con esa exhibición se incite a la violencia o se esté
justificando el odio.
Esto es, que el Ministerio del Interior no estima que la
bandera que ondeó durante casi cuarenta años en España, impuesta por una dictadura
condenada por la ONU y el Consejo de Europa, incite por sí misma al
odio o la violencia, aunque tal régimen haya sido consecuencia de
las más cruel de las guerras sufridas por nuestro país, seguida por una
posguerra atroz en la que los vencedores fusilaron y encarcelaron a miles de
republicanos con el avieso propósito de basar poder en el escarmiento para
que el miedo cundiera y se transmitiera de padres a hijos.
Consta, sin embargo, en los libros de Historia de los más
prestigiosos expertos en el conocimiento de ese periodo histórico que bajo esa
enseña se
incitó, promovió, ensalzó o justificó el odio, el terrorismo, la xenofobia, el
racismo, la violencia contra la mujer o cualquier otra forma de discriminación, aspectos todos ellos que sí condena el artículo 16 de la referida ley, pero que al parecen no competen a la exhibición de la bandera franquista.
Hace unos meses, el partido en el Gobierno hizo posible gracias a su aplastante mayoría
que no se aprobara una moción de CiU, consensuada con el PSOE, IU, UPyD y UPN, para que
en el Código Penal se incluyeras los delitos de apología y enaltecimiento del
franquismo. El PP se escudó entonces en las referencias genéricas que hará el
nuevo Código Penal a ideologías totalitarias.
Leo también que en la bien llamada Ley Mordaza se impondrán importantes sanciones de hasta 30.000 euros por lo que la nueva normativa considera ofensas a España, sin que entre las mismas se incluya la que afecta a la España democrática manteniendo enterradas como alimañas en fosas y cunetas a las victimas de la dictadura, ochenta años después del término de la guerra y cuarenta desde la muerte del dictador, bajo cuya bandera se cometieron esos crímenes.
+@Artículo de V. Navarro: La traición de los gobiernos democráticos a la España de 1936 y a la Grecia de ahora
DdA, XII/3017
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