A todos esos políticos que reivindican tantísimo la normalidad, me gustaría escucharlos alguna vez haciendo una vida tan normal.
Jordi Évole
Si eres una persona normal, mucho ojo, porque estás en el punto de
mira de los políticos. De esos que quieren convencerte, sobre todo si
están en campaña, de que son como tú, personas normales, con una vida
similar a la de la mayoría de gente, esa mayoría que tanto necesitan
para ganar elecciones. ¿Tú sabes lo que cuesta un café? Pues Zapatero demostró en el programa de TVE Tengo una pregunta para usted que no tenía ni idea. Y si
un político intenta empatizar contigo es, cómo no, para darte a
entender que tus preocupaciones son también las suyas, pero con el
añadido de que él tiene soluciones a los problemas. A Duran Lleida
le preguntaron en Catalunya Ràdio si daría clases en caso de dejar la
política, y contestó: «Yo no puedo dedicarme a la enseñanza porque los
profesores cobran muy poco. ¿De qué viviría?». Gran respuesta de un
político que ha formado parte de una coalición que ha gobernado
Catalunya durante años, y que imagino ha tenido algo que ver en el
sueldo del profesorado. ¿Es normal que un profe no cobre como un político si ambos son personas normales? ¿Qué sueldo debe tener una persona normal para poder hacer una vida normal? No sabría decir una cifra exacta, pero seguro que más de 5.100 euros mensuales. Sí, sí, porque eso es miseria. Guillermo Collarte,
diputado del PP, declaró que ganaba 5.100 euros y que con esos ingresos
las pasaba «canutas». Y no olvidemos que el PP es un partido de gente
normal, indicó la vicepresidenta del Gobierno, Sáenz de Santamaría. Y como es normal, el PP quiere que sus adeptos sean personas normales. Lo aclaró Rajoy antes del 24-M, cuando pidió que votaran a su partido «los seres humanos normales».
Pues
tal vez lo que él y otros políticos consideran normal ya no lo es
tanto. El PP ha perdido poder en muchos sitios, como A Coruña. Ahora el
gobierno de la ciudad está en manos de una coalición de izquierdas, y el
nuevo alcalde es Xulio Ferreiro, líder de Marea Atlántica. La semana pasada lo entrevistó Pepa Bueno en la SER. Llevaban un rato de charla, cuando se empezaron a oír lloros. Y no lloraba Rajoy por haber perdido la alcaldía, sino el hijo de Ferreiro, que había tirado un vaso de leche a su hermana. Entre risas, el alcalde comentó: «Perdona, Pepa, que tengo aquí un pequeño follón en casa». Y Ferreiro
se fue a solventar el lío, lo que no resultó fácil. Los oyentes pudimos
escuchar que hablaba con el crío y que el crío gritaba: «¡No quierooo,
no quierooo!». Estaba indignado. Habrá salido a su padre. Luego se calmó
la cosa y prosiguió la entrevista. Pepa le preguntó qué tenía
previsto hacer tras dar el desayuno a los niños, y el alcalde afirmó:
«Llevarlos al cole y después ponerme a trabajar». A todos esos políticos que reivindican tantísimo la normalidad, me gustaría escucharlos alguna vez haciendo una vida tan normal.
El Periódico DdA, XII/3007
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