Leyendo la voluminosa y documentadísima obra de Mary Gabriel Amor y capital: Karl y Jenny Marx y el nacimiento de una Revolución**, publicada no hace mucho por la editorial El Viejo Topo*, recordé la noticia de un film sobre El Capital
que no llegó a realizar Sergei Eisenstein, pero que sí llevó a cabo el
cineasta Alexander Kluge hace unos años. Ocurrió en 2008 y se basa en la
revisión del conjunto de la obra de Marx, con un total
de 570 minutos de duración, recogidos en tres DVD. Todos los diarios
alemanes celebraron entonces el trabajo, aun aquellos de ideología
dispar con la del protagonista.
Mary Gabriel ha querido subsanar con su libro el gran olvido que pesa sobre la vida familiar de Karl Marx,
un olvido que se extiende a las mujeres que con él compartieron su vida
y penalidades, apercibida la autora de que no había una sola obra en
inglés que contase esa historia en conjunto, tal como se nos revela en Amor y capital. Sí había, al parecer, varias biografías de su esposa Jenny y de la hija menor, Eleonor.
Para ello, Gabriel reunió las miles de cartas que los Marx se
enviaron a lo largo de su existencia, una mayoría de las cuales se
encontraban en los archivos del Kremlin de Moscú. Pudo leer igualmente
los centenares de epístolas intercambiadas durante veinte años entre
Karl Marx y Engels, su gran amigo y generoso protector de la familia,
unido permanentemente a los Marx y siempre socorriéndolos ante el cúmulo
de adversidades y penurias por las que atravesó el autor de El Capital mientras escribía su monumental obra.
Como consecuencia de esa pormenorizada revisión, la autora establece como conclusión que todos los miembros de la familia lo sacrificaron todo en nombre del marxismo,
empezando por Jenny -hija de un potentado barón prusiano- y siguiendo
por las tres hijas del matrimonio, admiradoras de su padre a costa
incluso de sus propios afanes y de la dolorosa pérdida de sus hijos,
algo por lo que también hubo de pasar el matrimonio Marx en repetidas
ocasiones.
Junto a ellas asistimos a lo largo del libro a las vidas pujantes y
combativas de otros personajes de ese periodo histórico, relacionados
con la familia y atrapados en las revoluciones que tuvieron lugar en la
conflictiva Europa de esos años. Es especialmente conmovedor el sentimiento de amistad y admiración que mantuvo Engels hasta el fin de sus días hacia Karl Marx, así como el celo puesto en corregir y proseguir las páginas de El Capital que su amigo no pudo llegar a redactar por fallecer antes.
Desde Tréveris, en Prusia, donde nació Marx en 1818, hasta Londres,
lugar de su muerte en 1883, los escenarios de esas cartas discurren por
Colonia, Berlín, París y Bruselas, siempre con la constante de una
afectuosa relación familiar y un rendido culto a la amistad entre Marx y
Engels. Ambos sentimientos, unido a la trascendencia política del
legado marxista y a la incidencia de los hechos históricos que se fueron
sucediendo, encuentran en el libro de Mary Gabriel documentación
sobrada para elaborar el guión de un interesante film sobre los Marx. A
eso iba cuando inicié este artículo hablando de cine, porque Amor y capital permitiría dar una buena base argumental a ese proyecto.
Decía Plutarco, y la autora lo recuerda en el prefacio, que para
conocer la clave de los grandes protagonistas de la historia de Grecia y
Roma no había que buscarla en sus triunfos, sino en su vida personal y
en su carácter. Gabriel confía en que leyendo su libro valoremos mejor no sólo a Marx, sino a las mujeres que compartieron con él su vida,
pues su coraje, fuerza e inteligencia han sido hasta ahora relegadas,
sin reparar en que las tres hicieron posible a Karl Marx y, con él, el
mundo que conocemos.
*Artículo publicado hoy también en La Marea
**Gabriel, Mary: Amor y capital. Karl y Jenny Marx y el nacimiento de una revolución. Ed. El Viejo Topo, 2014.
DdA, XII/2973
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