Jaime Poncela
A partir de ahora pueden ustedes llamarme Jme Pncla. Sigo la
tendencia (ir como un borrego detrás de lo que hacen los otros ahora se
llama “tendencia”). Yo fui Jaime Poncela hasta que Pedro Sánchez se
convirtió en Pdro Snchz, aplicando a su propio nombre una cosa que los
diseñadores gráficos llaman diseño adaptativo. (Mi maestro Ángel
Heredia, catedrático de la Pontificia de la Coría me lo explicó). El
diseño adaptativo consiste en que las marcas y logotipos se diseñan de
tal forma que se adapten al tamaño del espacio disponible. O sea que no
es lo mismo ver una cosa en una pantalla de ordenador, en la de una
tableta o en la de un teléfono. Por eso Pdro Snchz se ha comido sus
propias vocales con el fin de ser un candidato adaptativo a las
necesidades de la audiencia. Un candidato con un nombre de quita y pon.
El PSOE , partido que lidera el hombre sin vocales, también se fue
adaptando a los tiempos mediante la supresión de alguna de sus siglas.
Hace tiempo dejó caer la “o” de obrero y hay quienes incluso tienen
dudas de que sea socialista y español (esto último pasó con aquello de
la OTAN y los americanos). El PSOE es ahora mismo un P, un partido que a
base de adaptarse a las circunstancias ha perdido sus particularidades
ideológicas. Ya dijo Rubalcaba aquello de que el republicanismo de los
socialistas estaba en el alma, no en el cuerpo (¿o era al revés?) y
Felipe González sufgirió aliarse con el PP. En ese caso tendríamos en
España un partido único: el PPP, un partido sin vocales como Pdro Snchz.
El problema de adaptarse tanto al tamaño disponible es que uno puede
llegar a desaparecer o a ser irreconocible. Es como esas actrices o
actores que se hacen tanta cirugía estética que, finalmente, terminan
por no parecerse a nadie, ni a sí mismos.
Ya les contaré como me va en mi versión de Jme Pncla, aunque me da la sensación de que pronto volveré a ser Jaime Poncela.
Artículos de Saldo DdA/2842
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