Fernando de Silva
Nadie duda de que los paises con partido único, en donde la pluralidad
ideológica está prohibida y se persigue a quienes osen poner en duda el
pensamiento único, son el fiel reflejo de una dictadura, y de eso
sabemos mucho los que ya hemos cumplido los 60. Pero, ¿qué ocurre cuando
existen dos partidos que se alternan en el poder, imponen un
bipartidismo, y atacan sin piedad, utilizando todos los instrumentos que
le da el poder, a quien pretenda competir en igualdad de condiciones?
¿No es acaso otra forma de dictadura, con dos cabezas, aunque la vistan
de democracia?
No se les tomaba en serio, y muchos creían que con el paso del tiempo
se irían diluyendo poco a poco. Pero, analizando la curva ascendente de
las encuestas, los dirigentes de los dos grandes partidos de siempre se
han dado cuenta de que no es broma, y peligra su poder onmímodo, ese
que vienen ejerciendo de forma alternativa desde hace décadas, por lo
que se han puesto de acuerdo para acabar con Podemos, a cualquier
precio, sin importarles el método ni las formas. Eso sí, se respeta y
promociona a IU, que para algo es una formación política con techo
electoral, que no molesta y da apariencia de pluralidad democrática.
En esta última semana el acoso al que han estado sometidos algunos
dirigentes de Podemos produce repugnancia, y denota que el bipartisdismo
se ha puesto de acuerdo incluso para compartir argumentario. Y ya
cuentan con la colaboración de algunos medios de comunicación,
especialmente televisivos, que hasta ahora habían sido complacientes con
la nueva formación política.
Para desestabilizar a Podemos la pieza a cazar ahora con métodos
estalinistas es Iñigo Errejón, aunque ya más de uno ha empezado a
llamar defraudador a Pablo Iblesias, y el coro mediático canta a diario
la misma canción. Las dos familias más poderosas de la mafia política,
esas mismas que llevan saqueando para provecho propio las arcas de
nuestro país, no pueden consentir que les salga un competidor que llegue
con las manos limpias y con la intención de no ensuciarse.
El prestigioso economista Vicenc Navarro ha sido también atacado con
extrema vileza por el solo hecho de convertirse en colaborador de
Podemos, al haber asumido el encargo de preparar su programa económico
junto con Juan Torres, Catedrático de Teoría Económica de la Universidad
de Sevilla; aunque se está defendiendo con uñas y dientes frente a
quienes pretenden acabar con su prestigio profesional, denunciando la
escasísima cultura existente en nuestro país, tanto en las instituciones
y debates políticos como en las prácticas mediáticas, en los que se
intercambian insultos con una gran pobreza argumentaria. Ahora parece
ser él una de las víctimas de los dardos envenenados.
Las tertulias políticas ya resultan infumables, y demuestran la
ignorancia, la incultura política y el escaso talante democrático de
quienes participan en ellas. Se difama, injuria y se calumnia con enorme
ligereza, hasta el punto de que están haciendo bueno el Salvame de
Jorge Javier. Todo vale con tal de tumbar al adversario; pero no
olvidedemos que la mayoría de sus participantes actúan por consigna del
partido al que pertenecen y les da de comer.
Aunque confío en la madurez y sensatez de la mayoría de los
ciudadanos, ignoro en estos momentos si Podemos logrará superar esta
situación, que no ha hecho más que empezar, aunque sobran ganas para
ello. Pero, de salir derrotados, no tendremos la menor duda de que será
el triunfo de la manipulación y la corrupción. Y después no nos quejemos
de nuestros gobernantes, que solo se acuerdan de nosotros cada cuatro
años para contarnos unas milongas difíciles de creer, pero que les
sirven para perpetuarse en el poder, y seguir robando con escandalosa
impunidad.
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DdA, XI/2854
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