martes, 7 de octubre de 2014

LOS OTROS SEPARATISTAS QUE VIOLAN LA CONSTITUCIÓN


Jaime Poncela

Ha perdido el culo el siempre lento Tribunal Constitucional para aprestarse en declarar ilegal el referéndum catalán. Sus señorías, tan apáticas para juzgar los asuntos de la clase de tropa en general, se han dado mucha prisa en sentenciar que lo que proponen Artur Mas y los suyos es separatismo de la peor especie y que el separatismo va contra la Constitución, o sea que se acabó lo que se daba. En este país siempre nos hemos empeñado en estar todos muy juntos para así poder organizar mejor unas guerras civiles del carajo. El separatismo es ilegal y rechazable, al parecer, y si para cortarlo en seco es necesario liarse a tiros estamos dispuestos a ello. Hay precedentes de que si hace falta matar al de al lado para que no se separe del resto se le da matarile y a otra cosa. Así somos. Lo bueno de la democracia es que ahora tenemos un Tribunal Constitucional que lo sentencia todo con enorme diligencia y tiene un ojo de lince tremendo para saber cuando hay separatistas tratando de pasarse de listos. Esos jueces del Constitucional son igual que aquellos viejos directores espirituales que con solo preguntar “¿cuántas veces?” ya se hacían una composición de lugar de como de podrida estaba tu alma y de las penas del infierno que te podrían caer encima. Traducido a lo constitucional, el separatismo es un pecado mortalísimo que atenta contra lo más sagrado de la patria y que debe ser sentenciado con diligencia. Lo que ignoro es si el Tribunal Constitucional sabe que en España hay muchos más separatistas de los que parece y que todos ellos están violando sagrados preceptos de la Constitución. Tenemos a los que viven en total separatismo de un puesto de trabajo decente desde hace años. Luego están los que han sido separados de su subsidio, de una parte de su pensión o de una ayuda a su dependencia. A ver cuando meten caña los jueces a estos y también a esos otros  separatistas que se han ido a vivir a otros países y que en vez de ejercer aquí sus carreras de ingenieros viven en Londres o en Melbourne poniendo copas. Con tal de joder la unidad de España  y el progreso nacional no saben qué hacer. Alerta, señorías: España no es un país, es una patera en la que navegan un montón de separatistas cabreados que cualquier día tratarán de desembarcar sin papeles en Gibraltar para invadir su propio país uno, grande y libre, quitar el trabajo a los españoles de verdad y acabar con nuestro prometedor futuro. Hagan algo ya. Lo de Cataluña solo es el principio.


Artículos de Saldo  DdA, XI/2808

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