Había que hacer pública esa noticia porque el Partido Popular anda muy inquieto con la sombra creciente de Podemos, el partido que pese a sus grandes expectativas de voto no existe para los informativos de tres televisiones de difusión nacional (TVE, Tele 5 y Antena 3). La señora Botella de Aznar no se presentará a las próximas elecciones municipales. Deja por lo tanto a Rajoy, por fin, la decisión de elegir entre las posibles candidatas a esos comicios, que hasta ahora había postergado ante la falta del anuncio oficial dado hoy por la alcaldesa. Digo candidatas porque en los mentideros se asegura que será mujer las aspirante consevadora a la alcaldía de la capital de este reino en declive. Habrá quien se decante por Aguirre, la exlideresa, pero todo parece indicar que el fiasco del aparcamiento indebido y su incidente con la autoridad policial del municipio -sobredimensionados mediáticamente por propio y extraños al PP-, ha lesionado notablemente las posibilidades de la condesa consorte de Bornos y grande de España, por lo que este Lazarillo se decanta por la actual delegada del Gobierno en Madrid, cuya firmeza y discreción gustan en Génova. Además me parece que la salutación con la que Aguirre ha acogido el anuncio de la señora Botella de Aznar en su cuenta de Twitter ("Siempre ha hecho lo mejor para el Partido Popular"), deja en evidencia que esta vez -como ella misma dice cuando se refiere a su trayectoria política- la Providencia no guiará sus pasos hasta el antiguo Palacio de Comunicaciones. Otros dato que podría servir de indicio en este sentido podría ser la noticia que hoy nos adelanta ElDiario.es, que doña Espe no tenía la más mínima idea de lo que la alcaldesa le adelantó a Rajoy y supimos esta tarde, y que la propia Aguirre afirmó ayer que no
tiene "ninguna duda" de que hay un interés para apartarla de la
política, porque a "algunos les molesta que haya una liberal en política que, además, ha ganado tres veces por mayoría absoluta".Quizá entre los/las que pretenden ese apartamiento esté la candidata a la alcaldía de la capital del Estado. La noticia de ElDiario.es:
La confirmación de que Ana Botella renunciaba a
competir por primera vez por el voto de los madrileños ha sorprendido a
todos. Menos a Mariano Rajoy, que era el único que lo sabía desde hace
algunos días, según reconoció la alcaldesa en una comparecencia ante la
prensa en la que no admitió que se le formularan preguntas. La
presidenta de los conservadores en Madrid, Esperanza Aguirre, no tenía
ni idea. Tampoco los máximos responsables del PP nacional, María Dolores
de Cospedal y Carlos Floriano.
Varios miembros del PP, con buenas relaciones tanto con Botella como con
José María Aznar, han confirmado a eldiario.es que sólo el presidente
del Gobierno sabía que Botella iba a tirar la toalla y que la noticia ni
siquiera la compartió con los máximos dirigentes de su propio partido.
Fuentes próximas a Aguirre, presidenta del PP madrileño, admiten que la
noticia le pilló por sorpresa pese a ser la responsable regional y se
escudan en que ese secretismo es la forma habitual de comportarse de
Rajoy. Para justificarlo, aducen que siempre ha sido así y que en
materia de listas, "es el PP nacional quien pone o quien quita".
Según explican en el entorno de Botella, la alcaldesa se rindió "hace
ya meses" y tomó la decisión final tras meditarlo "en profundidad" junto
a José María Aznar y sus tres hijos. Si no lo había avanzado hasta este
lunes, explican los cercanos a ella, es para que no se interpretara que
dejaba de trabajar en el Consistorio después de ser concejal desde
2003. Evitaba de esta forma trasladar antes de tiempo la idea de
desinterés por sus obligaciones.
Después de avanzar sus intenciones a Rajoy, el presidente la recibió
este martes en la Moncloa. Durante la entrevista, ella le aseguró su
voluntad de seguir "con su compromiso más firme" hasta el último día que
ocupe su puesto en el Palacio de Cibeles.
El
problema es que tampoco en la séptima planta de Génova 13 se sabía nada.
En plena tormenta por las supuestas aspiraciones de Aguirre por hacerse
con el bastón de mando de Botella y el efecto que podía tener en sus
ambiciones el hecho de ser juzgada por un delito de desobediencia
después de su fuga por las calles de la capital, Carlos Floriano aseguró
el lunes que Botella seguía en la carrera.
"El PP
tiene muchos candidatos para la alcaldía, empezando por su alcaldesa",
contestó el vicesecretario encargado de elaborar las listas. Pocos
minutos antes, Rajoy había echado un jarro de agua fría sobre Aguirre al
zanjar el debate sobre las candidaturas con la afirmación de que en el
PP no había "ninguna prisa".
La versión oficial de
Génova es "el respeto por una decisión personal", pero el
desconocimiento previo deja en mal lugar la consideración de Rajoy por
el partido que sustenta al Gobierno. En su declaración institucional,
Botella sólo ha citado al presidente para manifestar su agradecimiento.
En ningún momento se ha referido a Cospedal, la máxima responsable del
partido en el día a día.
Pero que
nadie lo supiera, a excepción del presidente, no significa que no lo
esperaran muchos tanto dentro como fuera del PP. El principal motivo es
que nadie quería arriesgarse a una derrota en la capital, pronosticada
por las encuestas. Según el sondeo elaborado por Metroscopia para El País
y publicado en mayo, el apoyo de los madrileños se había reducido de
forma alarmante y el 54% de ellos la rechazaba como cabeza de cartel. En
la encuesta, la alcaldía se daba por perdida con 10 concejales menos.
De esta forma, la suma entre PSOE e IU bastaba para enviar al PP a la
oposición después de 23 años de poder conservador.
DdA, XI/2786 ElDiario.es
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