Lazarillo
¿Recuerdan la peli de Juan de Orduña "Agustina de Aragón" (1950)? Allí se cantaba la popular jota en la que la Virgen del Pilar aseguraba no querer ser francesa sino capitana de la tropa aragonesa. Al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que es hombre de misa diaria y cercano al
Opus Dei, le pareció que como tal capitana podía ser condecorada con la medalla al mérito policial. Pero resulta que no, que Nuestra Señora María Santísima del Amor no cumple con ninguno de los requisitos que
se exigen para tener tal condecoración como funcionaria, además de no serlo: no ha sufrido muerte o
mutilación ni en acto de servicio ni en ningún otro acto por España. Y
esto porque sencillamente no es una persona. El asunto ha acabado en los
tribunales, aunque ahora la Abogacía del Estado ha forzado el
aplazamiento del juicio.
Dos asociaciones laicas, Europa Laica y Movimiento hacia un Estado Laico, recurrieron ante los tribunales la decisión del Ministerio del Interior. La demanda fue admitida a trámite por la Audiencia Nacional y el pasado 11 de junio se debía celebrar la vista en el juzgado central de lo contencioso administrativo número 7. Sin embargo, la Abogacía del Estado presentó un escrito en el que señala que la jueza titular, Ana María Jimena, no tenía “competencia objetiva para el conocimiento” de la causa porque la Virgen del Amor “no es una funcionaria”. La juez decidió aplazar la vista, pero curiosamente el argumento de la Abogacía del Estado es el mismo que el de las asociaciones que recurrieron la condecoración: que la Virgen es una imagen religiosa y que como tal es imposible que pueda hacer nada para obtener la condecoración. Aunque las asociaciones consideran que se trata de una argucia legal para demorar el proceso y volver a empezar de nuevo, señalan que no les hará desistir de su empeño.
Puntos de Página
DdA, XI/2.729
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