lunes, 26 de mayo de 2014

AZNAR/FLORENTINO PÉREZ: LOS MILLONARIOS DE LA HIERBA Y LOS DEL PALCO

Jaime Poncela

Mientras corrían por la hierba 22 millonarios en pantalón corto, el palco del estadio estaba abarrotado por más de 22 millonarios con corbata de seda que, de manera sincronizada con los de abajo, ejecutaban sus jugadas ensayadas desde antiguo en busca de sus propio trofeos y campeonatos, no en vano el juego de los de arriba es casi tan viejo como el de los de abajo. Los 22 millonarios de abajo tenían la misión de entretener al respetable público con sus cabriolas y abdominales histéricos, mientras los 22 millonarios de arriba se ponían al día de sus cosas bajo el paraguas acogedor del pueblo llano aullando goles, jurando venganzas y blasfemando arbitrajes. Aunque aparentemente los 22 de arriba y los 22 de abajo se estaban ocupando de asuntos diferentes la simetría de sus actos fue tan perfecta que en el palco presidencial había tantas estrellas como sobre la hierba, alineadas como en un futbolín y cada una de ellas con una misión definida en la estrategia global del encuentro que se jugó en las alturas. Hubo rematadores de contratos de obras públicas, finos regateadores de la recaudación de los derechos de autor, viejas gloria del balompié metidos a utilleros y masajistas de egos, y hasta un viejo árbitro del poder civil muy mermado por la lesiones, además de políticos recordados por golear repetidamente a todo un país a puerta vacía. La prueba de la simetría perfecta ente los de arriba y los de abajo se produjo cuando Florentino Pérez y José María Aznar chocaron los cinco como dos adolescentes entusiasmados. Parecían celebrar un gol del Real Madrid, pero en realidad a ninguno de los dos les interesa el fútbol, ni siquiera sabían quienes jugaban abajo. Su partido era el de arriba y ese lo ganan siempre por goleada. Una más.

                          Artículos de Saldo  DdA, XI/2.712                        

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