Creo que la
noticia que hoy da a conocer en primicia el diario El País acerca
de la aparición de focos de radicalismo en el Ejército de Tierra, debe ser
tenida muy en cuenta por todos aquellos que consideran que por su pertenencia a
la Europa común (UE) España está al margen de aquellos riesgos transicionales
en los que podían darse -y de hecho se dieron- episodios involucionistas de
esperpéntica memoria.
¿Qué nos
quiere decir el oficio reservado del Estado Mayor del Ejército de
Tierra, fechado el pasado 24 de octubre, en el que se afirma que la
superioridad está preocupada porque en sus filas se están dando brotes de radicalismo
ideológico, religioso o delictivo? “La conducta de estos individuos -se
afirma- constituye una debilidad para la institución y puede llegar a suponer
una amenaza a la seguridad”. “Se ha detectado en el ET [Ejército de Tierra] la
existencia de personal con indicios claros de radicalismo (ideológico,
religioso o delictivo) cuyas acciones, en la mayoría de los casos, se
circunscriben a su esfera privada y su entorno social”, comienza el documento
oficial.
Aunque el
texto no lo especifica, fuentes militares aseguran que el Estado Mayor está
preocupado por la aparición en sus filas de fenómenos de extremismo religioso
(como los grupos islamistas o salafistas) e ideológico, tanto de ultraderecha
(neonazis) como de ultraizquierda (antisistema); así como por la presencia de
individuos vinculados a la delincuencia común y, en especial, a bandas latinas,
como los Latin Kings o Los Ñetas.
Me cuesta
trabajo pensar que dentro del ET puedan darse focos antisistema, la verdad,
pues quienes ingresan en el oficio de las armas -mucho más en unos tiempos en
que el desempleo obliga a muchos jóvenes a tomar esa elección- no sulen ser
proclives a promover asonadas revolucionarias, sino a solventar su vida
laboral. También pueden acceder por inclinación, por supuesto, pero en este
caso primaría más lo profesional que lo ideológico.
Sí parece
más familiar a la historia de la milicia en España -sobre todo para quienes
tuvimos la desgracia de padecerla por obligación- otro tipo de conductas
vinculadas con idearios de ultraderecha. ¿Es de esto, más que de radicalismos
de izquierda o religiosos igualmente poco verosímiles, de lo que en verdad se
nos quiere advertir con esa noticia? ¿Cómo que focos de delincuencia en el
Ejército? ¿No quedábamos en que esa era una institución modelo? ¿No debería el
Ejército de Tierra haber prevenido esos focos y erradicarlos antes de revelar
su existencia y dejar a la ciudadanía civil mucho más preocupada que a las
autoridades militares?
Porque,
si esos focos se están dando y se denuncian en un oficio interior, es porque
nada ni nadie en el ET lo ha tratado de impedir hasta ahora con una adecuada
formación profesional que los evite.
DdA, X/2.544
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