miércoles, 18 de septiembre de 2013

TRAS EL ATENTADO CONTRA EL MONOLITO REPUBLICANO, RÉPLICA TRICOLOR EN EL MAZUCU*

 
Félix Población

El pasado sábado, como todos los años en el mes de septiembre, se celebró en el Alto de Tornería, situado en el concejo de Llanes (Asturias), el habitual homenaje a los luchadores republicanos que se opusieron al avance de las tropas franquistas en la que fue una de las más duras batallas de la Guerra de España y algún cronista (Juan Antonio Cabezas) llamó Termópilas Republicana: la batalla del Mazucu, en la Sierra del Cuera. La derrota republicana, en la que colaboró de modo decisivo el atroz bombardeo de la Legión Cóndor nazi, comportó la caída del Frente Norte, consumada días después con la entrada del ejército sublevado en Gijón. 

Medalla de la Libertad de la República por su arrojo militar y Leónidas de aquella resistencia, según lo consideraron los suyos, fue el anarquista langreano Higinio Carrocera, que una vez apresado desistió de formar parte del ejército enemigo y fue fusilado junto a treinta de sus compañeros el 8 de mayo  de 1938 en Oviedo. Se cuenta de él -escribe Alfonso Quijano Líndez (Vida y muerte de Higinio Carrocera Mortera)- que antes de la ejecución se arrancó con una cuchara todas las piezas de oro de su dentadura, en evitación de que lo hicieran sus verdugos. 

Unas fechas antes de que se celebrara este año la conmemoración del Alto de la Tornería, a la que todavía acude el guerrillero antifranquista Felipe Matarranz González (1915) -último testigo que se sepa de aquella refriega-, el monolito que la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR) había erigido hace dos años en memoria de esos luchadores, apareció dañado y cubierto con inequívocas pintadas franquistas, según informó la citada asociación. Un hecho similar se produjo anteriormente en la localidad de Pandiello, concejo de Cabrales, donde fue destruida hasta  en dos ocasiones la lápida que recuerda a los republicanos asesinados en esa zona.

En el acto celebrado el pasado sábado no solo se repuso y restauró el monolito levantado en memoria de los defensores de la segunda República, sino que se dio réplica al acto vandálico con una acción simbólica, tal como refleja la fotografía. Consistió en pintar con los colores de la enseña republicana la lápida que permanece allí, desde los orígenes de la dictadura franquista, en memoria de los cuatro aviadores de la Legión Cóndor fallecidos en la batalla.

La Federación Asturiana Memoria y República ha hecho hincapié en que durante setenta años, a pesar de la provocación que supone el mantenimiento  de ese monolito que recuerda a quienes formaron parte de la aviación nazi que bombardeó a la población civil en España y Europa, nunca se cometió contra el mismo ningún acto vandálico del carácter que repetidamente han sufrido los dos mencionados y erigidos en memoria de quienes defendieron la segunda República Española.

Ante la inoperancia de la vigente Ley de Memoria Histórica para erradicar una lápida  que homenajea a cuatro aviadores de la Legión Cóndor –acaso la única que exista en el ámbito territorial de la Unión Europea-, FAMYR estudia la posibilidad de escribir una carta a la canciller alemana Angela Merkel para que haga posible lo que el actual gobierno de España está muy lejos de cumplir, en contra de los decretado por una ley que ignora y hasta desprecia.

Para Rubén Norniella, miembro de la junta directiva de la Federación Asturiana Memoria y República, un pueblo que olvida su historia es un pueblo sin futuro, ya que está condenado sin remisión a repetirla. “Este aforismo –sostiene- resulta incuestionable cuando observamos hasta qué punto la Transición es ya un fracaso absoluto y la puesta en marcha de una segunda transición es una evidencia cada vez menos cuestionada. En ese sentido, el acto que se celebró el pasado sábado en el Alto de la Tornería se ofrece como un camino ineludible hacia la regeneración democrática”.

*Este artículo ha sido publicado y resumido hoy también en Público.es

Mi resumen del HOMENAJE EN EL MAZUCO del pasado 14 de septiembre, no es ni éxito, ni nada por el estilo (que también): ES EMOCIÓN. Fue muy emocionante.
Son dos los sobrevientes de aquella batalla, Felipe Matarranz (98 años) y Antonio Batalla "Machi" (94).
Quienes estuvieron el sábado en el Mazucu saben que la emoción de la cita
tiene el fondo histórico de una lucha inolvidable. "Aún puedo ponerme en pie" dijo Matarranz mientras se levantaba de la silla que les habían puesto para  aceptar el regalo de FAMYR." Mi lucha fue por la clase obrera y lucharé hasta mi muerte". Vergüenza de país que no reconoce a sus héroes. El post franquismo  es lo que tiene... así nos va",

DdA, X/2.487

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