Algunos lo pidieron en sus últimas cartas, antes de ser fusilados por las tropas de quien gobernó España durante casi 40 años. Casi 80 después y transcurridos casi 40 desde la muerte de Franco, los restos de 40 de las víctimas enterradas en una fosa común del viejo cementerio de Palencia, hoy Parque de la Carcavilla, han sido entregados a una treintena de familias, después de haber sido exhumados hace dos años, cuando se recuperaron los de un total de 110 asesinados.
El acto de entrega tuvo lugar anteayer y algunos de
los descendientes leyeron en voz alta los textos de esas ultimas cartas. La
devolución de los restos mortales de los ejecutados ha sido posible gracias a
los trabajos realizados en 2011 por voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica,
de la Sociedad
de Ciencias Aranzadi y de la Universidad Autónoma de Madrid, así como por la
colaboración del Ayuntamiento de Palencia, que permitió dichas labores en la
zona de juegos infantiles de La
Carcavilla.
Los restos identificados que no han sido
reclamados por nadie o cuyos familiares no han sido encontrados, reposarán en un panteón cedido por el Ayuntamiento en el Cementerio
Municipal. Otras 9 víctimas de la represión franquista fueron enterradas el
pasado fin de semana en Aguilar de Campoo. Quedan por identificar los restos de
40 republicanos. Es de recordar que en la provincia de Palencia apenas hubo resistencia a la sublevación de los militares felones, salvo en las zonas mineras.
Recuerdo que hace más de treinta años visité,
en las inmediaciones de algunas localidades palentinas, los lugares donde
permanecían enterrados sin seña otras víctimas de aquella barbarie. Fue en los
inicios de la Transición
y sus familiares todavía tenían recelo de que sus vecinos les vieran con el
periodista dándole explicaciones sobre esa entrañable memoria oculta, que tanto
tiempo está costando reparar con justicia y en la duda de saber si algún día se conseguirá del todo.
Si la luz del sol que hace brillar los nombres de los homenajeados en el Parque de la Carcavilla se hubiera encendido mucho antes, es posible que los restos identificados que no ha reclamado nadie hubieran encontrado el abrazo que anteayer les faltó.
Nota: Sobre la represión franquista en León y Palencia es recomendable el libro de Pedro González de Prado, miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia, Desaparecidos sin causa. Asesinatos en las cabeceras del Carrión, Cea y Esla (julio 1936-noviembre 1937). Según su autor, el libro resume un trabajo de investigación que ha desarrollado desde el año 2004 en una doble dirección. Por un lado, escarba en la memoria y los recuerdos de las personas mayores de estos pueblos y, por otro, escudriña en la prensa diaria de la época para conocer el ambiente en el que se desarrolló aquella tragedia.
Si la luz del sol que hace brillar los nombres de los homenajeados en el Parque de la Carcavilla se hubiera encendido mucho antes, es posible que los restos identificados que no ha reclamado nadie hubieran encontrado el abrazo que anteayer les faltó.
Nota: Sobre la represión franquista en León y Palencia es recomendable el libro de Pedro González de Prado, miembro de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Palencia, Desaparecidos sin causa. Asesinatos en las cabeceras del Carrión, Cea y Esla (julio 1936-noviembre 1937). Según su autor, el libro resume un trabajo de investigación que ha desarrollado desde el año 2004 en una doble dirección. Por un lado, escarba en la memoria y los recuerdos de las personas mayores de estos pueblos y, por otro, escudriña en la prensa diaria de la época para conocer el ambiente en el que se desarrolló aquella tragedia.
DdA, X/2.420
1 comentario:
Ese retraso en el tiempo nos ha retrasado el presente que vuleve a dar claros síntomas de volver hacia atrás.
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