Desaires
poéticos al ministro Wert protagonizados por jóvenes cuya trayectoria
universitaria les hizo acreedores a la excelencia. Quienes se negaron a
cumplimentarle con su saludo dieron un valiente ejemplo de dignidad, que
es justamente la mayor carencia que tiene a día de hoy la sociedad
española. El ceremonial del premio a una excelente trayectoria
universitaria no podía pasar por alto que la autoridad competente, en
este caso, el ministro Wert, no estaba a la altura del acto, a resultas
de su empeño en una reforma educativa que en nada mejora el calamitoso
sistema actual y que añade reaccionarismo a la enseñanza obligatoria.
Hablamos de un Gobierno y de un ministro que recortan en investigación,
que recortan en recursos para la sanidad y la enseñanza y que sólo están
dispuestos a contentar a los banqueros y a la Iglesia católica.
Hablamos de unos universitarios que dejan constancia de su dignidad.
Sólo falta que su ejemplo cunda. Porque, además de haber cumplido como
estudiantes, lo hicieron también como ciudadanos.
DdA, X/2.408
1 comentario:
Pudieron estudiar y ser los mejores. Por eso su desaire lo dice todo. el ministro debría dimitir tras esto.
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