Cristina Calandre Hoenigsfeld
Siempre me sorprenden los cambios brutales que se han
producido en los altos del Hipódromo de Madrid, la vieja Colina de los Chopos, nombre dado por el poeta institucionista Juan Ramón Jiménez, el campus dedicado a la educación y la ciencia por la
inolvidable e irrepetible Junta Para Ampliación de Estudios (1907-1939): De un auditórium
laico de la Residencia de
Estudiante a una Iglesia del Opus Dei
, de un refugio antiaéreo republicano de
la guerra civil española que está debajo
de dicha Residencia, a una
sala de billar para los distinguidos residentes, y
recientemente “descubro” que en
el antiguo edificio del Instituto Escuela¡,
ahora instituto Ramiro de Maeztu, hubo durante un corto tiempo una cárcel de mujeres en 1939.
Digo “descubro“, pues en las publicaciones y exposiciones
“oficiales “organizadas por los
responsables del CSIC y de la
Residencia de Estudiantes
desde 1986, nunca he leído que dichos edificios albergaran durante unos
meses a una cárcel de desdichadas madres republicanas y sus hijos. Responsables directos
de dicha omisiones son autores como
Elvira Ontañón Sánchez Arbos,
historiadora, gran cruz de
Alfonso X el Sabio, patrona o vocal de la Fundación Estudio, Fundación Giner de los Ríos, Fundación Sierra Pambley, Corporación de
antiguos alumnos de la
Institución Libre de Enseñanza, Boletín de la Institución libre de
enseñanza, Fundación Amigos de la Residencia; su marido
el arquitecto Antonio Vázquez de Castro, antiguo alumno del Ramiro de Maeztu,
y el arquitecto y profesor de arquitectura
Salvador Guerrero, que han publicado artículos sobre dicho Instituto
Escuela y su posterior transformación en el Instituto Ramiro de Maeztu, sin hacer nunca mención a la prisión, no sé
si por ignorancia o malintencionadamente, aunque me decanto por lo segundo.
Fue hace poco que
encontré casualmente en Internet
referencias a este tema en un artículo del periódico El Pais
sobre la represión (de Rafael Fraguas,
2 de mayo 2010) y dos libros ajenos a las instituciones oficiales: El de Fernando Hernández Holgado “Mujeres encarceladas, la Prisión de Ventas, de la República al franquismo“, editado por Marcial Pons en 2003 y “Madres en prisión “, de
Concepción Yague, editado por Comares en 2007. Nos explican en
ambos que debido a la saturación de
mujeres y sus hijos en la cárcel de Ventas, que llegó a tener hasta 11.000 personas hacinadas, se produjo un traslado a unas dependencias del Instituto Escuela, antiguo colegio situado en los altos del hipódromo. Fueron instaladas en el segundo piso del edificio, y las madres separadas de sus hijos, a pesar de sus protestas, a los que solo podían
ver media hora. Entre las comadronas estaba Trinidad Gallego, enfermera comunista, que dejo
constancia de esta cárcel provisional, a
donde fue trasladada desde Ventas por su condición de comadrona. También asistían a las condenadas y sus hijos la pediatra Amalia Azarola, viuda de Julio Ruiz de Alda, que
aunque falangista, según las presas, se portó bien con ellas.
Desgraciadamente por falta de condiciones o de medios,
parece que los niños murieron casi todos, según nos informan en dichos libros,
y que este emplazamiento duró pocos
meses, pero que como no hay conservados documentos de ese tiempo que lo certifiquen es difícil concretar. Nos comenta
Hernández Holgado: “Es irónico
que se escogiera esta ubicación dada la
connotación ideológica del Instituto
Escuela (1918), organismo que fomentó la Institución Libre
de Enseñanza (ILE) que preconizaba la renovación cultural y
pedagógica…”
Conviene recordar que
el Instituto Escuela (IE) , impulsado por la Junta para ampliación de Estudios (JAE) se inscribe
en el contexto histórico de la
España de la España del primer tercio
del siglo XX, cuando se afirmó entre las clases más ilustradas el ideal
modernizador y europeísta. Teniendo como horizonte la educación integral de los
alumnos, el IE introdujo los principios pedagógicos europeos que incluía
una formación científica, idiomas modernos, educación física,
excursiones, y una metodología activa. Para llevar a cabo este proyecto innovador, en mejores
condiciones, son adjudicados a la JAE en 1926 unos terrenos
en los altos del Hipódromo, espacio que quedaba
sin urbanizar entren los
pabellones de la Residencia de
Estudiantes, la recién construida
Fundación Rockefeller y las actuales calles de Vitruvio, Jorge Manrique
y final de Serrano. Los arquitectos institucionistas Arniches y Domínguez
serán los encargados de su proyecto y
construcción que quedó inaugurada
en 1931, el edificio de
Secundaria, y el de párvulos en 1933. Mi abuelo, el doctor Luis Calandre Ibañez, eminente cardiólogo, entre otras cosas, fue el médico del Instituto Escuela, además de pertenecer a
su Patronato en los años 30. Sus hijos, entre ellos mi padre Luis,
fueron todos al IE , así como mi madre Ruth Hoenigsfeld que por ser una niña
judía polaca tuvo en el año 1933 que abandonar el racista Colegio Alemán, siendo
aceptada en el innovador IE.
Al finalizar la guerra de España, con la victoria de los
rebeldes fascistas, el IE, como todos los demás edificios de la Junta Para Ampliación
de estudios, fueron incautados por el
Estado franquista , que les dio una
nueva orientación, en las antípodas con la ideología institucionista que
tenían. El Instituto Escuela fue transformado en el Instituto Ramiro de Maeztu, por
una Orden ministerial publicada en el BOE de 15 de abril de 1939, en donde se dice que
dicho Instituto de Enseñanza media
“ocuparía el mismo lugar donde se
encontraba anteriormente el IE en los Altos del Hipódromo…” Asociado desde el
principio al Consejo Superior de Investigaciones científicas (CSIC) ,
llego el Ramiro de Maeztu incluso a tener como director a José María Albareda, del Opus Dei, que
también fue el Secretario General del CSIC (1939-1966).
Como explicación a porqué se tuvo que desmantelar rápidamente esa prisión
situada en los
edificios del IE , se me ocurre
que quizás como hubo en
septiembre del año 1939 un cambio en los
ministros de Justicia, de los que dependían las cárceles, siendo sustituido
Tomas Dominguez Arévalo, Conde de Rodezno, por Esteban de Bilbao (por
cierto, ambos incluidos en el auto del juez Garzón como responsables de crímenes contra la Humanidad), esto pudo
influir. Por otro lado, en el mes de
noviembre del mismo año 1939 se crea por Ley el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas y comienzan
a aprobarse las obras de reforma de sus
edificios por parte del Ministerio de
Educación. El del IE, dependiente de dicho ministerio, por un coste de 49.989 pts., BOE de 16
de Diciembre de 1939.
La caótica política de prisiones franquista, debida a la
saturación de la población carcelaria , y
al trato inhumano dado a dicha población, dio lugar a casos como el de
esta prisión maternal de mujeres en la mítica colina de los chopos, en la que murieron muchos niños, y donde no
ha quedado reflejada dicho acontecimiento
histórico en los libros y exposiciones “oficiales”, mostrándonos de
nuevo, el nulo interés de las instituciones en que se conozca la verdadera
historia de la Institución Libre de
Enseñanza, Junta Para Ampliación de Estudios,
la Residencia
de Estudiantes y la represión franquista que acabó con todas ellas.
+@http://pendientedemigracion.ucm.es/cont/descargas/prensa/prensa24052.pdf?pg=cont/descargas/prensa/prensa24052.pdf
DdA, X/2377
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