jueves, 16 de mayo de 2013

LA SECRETA VIDA LITERARIA DEL DICTADOR PINOCHET


Lazarillo

Durante un lustro trabajó el periodista Juan Cristobal Peña para desentrañar un aspecto de la biografía del general Augusto Pinochet que hasta ahora permanecía oculto, cual es el de sus afanes literarios, algo que compartió el dictador chileno con su admirado Francisco Franco, autor del guón del film Raza, sobre el libro del mismo título, escrito bajo el seudónidmo de Jaime de Andrade. Con ese mismo seudónimo escribió artículos el extinto caudillo en el diario Arriba en los primeros años de su régimen. La secreta vida literaria de Augusto Pinochet (2013, Ed. Debate) desvela esa faceta desconocida del dictador chileno. Uno de los episodios centrales de este libro -según cuenta su autor en El Mostrador- es el paso de Pinochet por la Academia de Guerra. Durante ese periodo nace su interés por los libros. Es en la academia donde Pinochet plagia, sin escrúpulos, a su profesor Gregorio Rodríguez y publica el libro Geopolítica. Desde entonces comienza “el doble juego de aparentar saber menos y atormentarse por no tener el reconocimiento que cree merecer”, cuenta Peña: “Fue una técnica que también aplicaron algunos nazis. Son parte de las enseñanzas que él tiene en la Academia de Guerra de conocer al enemigo, apropiarse de su conocimiento para combatirlo y exterminarlo”, dice Peña en referencia a la colección de textos marxistas que se encontraban en la biblioteca del general. (En la portada de La secreta vida literaria de Augusto Pinochet -según se puede ver en la fotografía adjunta-  aparece el protagonsita leyendo un libro de Gramsci).
-Uno de los episodios que abordas es el asesinato del general Prats. ¿Cuánto influyen los celos de Pinochet en el crimen?
-Lo que planteo, a partir de elementos fundados y de testimonios, es que el crimen de Prats fue pasional. A diferencia de Pinochet, Prats fue un militar de carrera brillante, el mejor alumno de su generación tanto en la Escuela Militar como en la Academia de Guerra. A Pinochet, en cambio, le costaba estudiar, sufría jaquecas y era un alumno del montón. Esta diferencia va generando un resentimiento que lo transforma. Una vez que accede al poder se toma venganza contra quienes él cree que son responsables de lo que ha sufrido y del reconocimiento que no ha tenido y cree merecer.
-Hace cinco años escribiste el reportaje Viaje al fondo de la biblioteca de Pinochet ¿Cómo parte tu interés en este tema?
-Me entero de esto por un encuentro fortuito con un profesor de filosofía de la universidad. Me cuenta que había sido contratado para hacer las pericias en la biblioteca de Pinochet. Esa fue la primera noticia que tuve. Pinochet era celoso en todos los aspectos y particularmente con sus libros y biblioteca. Eran pocos los que habían entrado. Vivía en una lógica de guerra, compartimentación y celos que se aplicaba también a su biblioteca.
-¿Cuáles son los ejes centrales del libro?
-Perfilar al personaje desde el punto de vista literario y como una especie de intelectual. A partir de ahí se despliegan un montón de hechos que tienen consecuencias políticas. Su forma de gobernar y de comportarse como un dictador se explica con mucha claridad a partir de la Academia de Guerra. Para mí la clave del personaje está en la formación intelectual, de ahí el afán por coleccionar libros, por instruirse. Y después del golpe, por construir la imagen de un líder político, militar, intelectual y, con mucha patudez, mostrarse como un escritor. Era una persona muy básica en cuanto al lenguaje, modos de expresión y dominio de autores. Por eso mostrarse como un intelectual, escritor incluso, es un proyecto absurdo y delirante.
-El libro permite acercarse a la personalidad del dictador a través de su desconocida vida intelectual. ¿Cómo definirías a Pinochet?
-Un personaje acomplejado y preso de un entramado de celos y desconfianzas. Es la base del personaje y lo que explica sus actuaciones. A partir de ahí se desprenden algunos comportamientos que se habían visto en la política y que tienen antecedentes en la academia. Particularmente hechos muy mezquinos y miserables como plagiar a su profesor (Gregorio Rodríguez) a quien le debe la carrera académica. Además, hacerlo conscientemente y reeditar el libro.
-¿Por qué no se denuncia el plagio?
Tengo el testimonio de los tres hijos y me dicen que hasta donde ellos saben, su padre no denuncia a Pinochet, o por lo menos ellos no se enteran. Hay que entender también que en el contexto de la época, el ámbito académico en las fuerzas armadas no era particularmente exigente. Los libros que escribe Pinochet son compilados de otros libros y que no se citan. Hoy sería un escándalo ya que el copy paste está muy de moda.
-En la foto de portada Pinochet lee un libro que interpreta el pensamiento de Antonio Gramsci, ¿leía efectivamente a teóricos marxistas?
-Lo que es seguro es que los recopila. En sus memorias él dice que por años se dedicó a estudiar la ideología. Yo pongo en duda eso. Creo que no era una persona versada en marxismo. Pero de todas maneras se transforma en un gran recopilador de temas de ciencias sociales y de comunismo.

Gracias a la colaboración de nuestro apreciado colega PiensaChile y por medio de CIPER CHILE, podemos leer en exclusiva un capítulo del libro que plasma los resentimientos intelectuales del dictador chileno contra el general Carlos Prats, asesinado por el régimen que se impuso tras el golpe de Estado contra el presidente Allende. Se pueden leer aquí.

+@Los libros de Pinochet

DdA, X/2386

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