martes, 4 de diciembre de 2012

NO DEJEMOS MORIR LOS SUEÑOS, DONDE SE ENCIENDE EL FUEGO DE LA DIGNIDAD

Emilio Silva
Así dibujó Castelao a España desde su exilio neoyorkino, en el año 1938. Así imaginaba él la victoria del fascismo, llena de cráneos sin rostro y flautas de hueso. Y cuánta razón tenía en adivinar esta España edificada sobre los cimientos de la codicia infinita, construida sobre los mayores crímenes cometidos en nuestra historia. Y ahora, los arquitectos de la impunidad quieren devolvernos a otro tiempo,quieren edificar su viejo régimen, educarnos a su medida, volver al médico cacique, al alcalde cacique, al desprecio por el respeto a lo público, a la mentira infinita, al derecho disfrazado de favor del señorito. Así sería España y así es sentada sobre miles de cadáveres sin nombre de los hombres y mujeres que sin gritar patriotismo amaban lo hermoso de la humanidad y quisieron convertir la hermosura en un derecho universal.
Este país está cada día más feo, más rancio, cubierto por un moho intelectual del que se alimenta la ignorancia que quieren universalizar los poderosos. No dejemos de soñar, no dejemos de reivindicar que las mejores cosas que han hecho los seres humanos deben ser un derecho de todos y todas, no dejemos morir los sueños que son la chispa con la que siempre podremos encender el fuego de la dignidad.

@Españoles, el Estado de Derecho ha muerto

DdA, IX/2.244

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