Lazarillo
Esa cara tan airada,
cuando salió de la Audiencia
y escuchó la gran pitada
que levantó su presencia
entre el pueblo al que explotó,
es la jeta deformada
de quien perdió su decencia
y no tiene más coartada
que morirse sin conciencia
al decir sanseacabó.
Como eso no llegó,
pese a su faz demudada,
no le arriendo yo esa ciencia,
pues es prueba que a la nada
se llega cual se vivió.
Como eso no llegó,
pese a su faz demudada,
no le arriendo yo esa ciencia,
pues es prueba que a la nada
se llega cual se vivió.
DdA, IX/2.259
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