jueves, 8 de noviembre de 2012

MEMORIA DE LA DICTADURA EN LA CUNA DEL PARLAMENTARISMO


Félix Población

Aprovecho la celebración de la sesión plenaria cara al público que con carácter inédito celebrará hoy la Real Academia Española de la Lengua en Cádiz, para sumarse a los actos conmemorativos del bicentenario de la Consititución que lleva el nombre de aquella ciudad, para referirme a la vecina localidad de San Fernando. Allí, con motivo de la inauguración hace un par de años del Centro de Interpretación del Parlamentarismo, que recuerda el bicentenario de las primeras Cortes Generales que tuvieron lugar en esta ciudad gaditana, Francisco Menacho Villalba, presidente del Consorcio para la Conmemoración de la Constitución de 1812, tuvo a bien leer un discurso oficial que resaltó el significado de la efeméride en el siguiente fragmento:

"Hace ahora doscientos años un pequeño grupo de hombres se refugiaba en San Fernando, entre las paredes de un mítico teatro, para escribir las primeras líneas de nuestra Modernidad. Arreciaban al otro lado del Puente Suazo las bombas de una Francia en expansión por Europa, de una gran potencia invasora que habría de encontrar en esta Isla de León primero y más tarde en la capital, Cádiz, la última resistencia de una España sometida. En 2010 toda España y parte de Latinoamérica han celebrado que la localidad que es hoy San Fernando acogiera entonces las primeras Cortes Generales y Extraordinarias previas a la promulgación en 1812 de la primera Carta Magna liberal de este país, La Pepa. Como primera gran cita de esta celebración de los derechos y libertades que será La Pepa 2012, el Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de 1812 ha considerado fundamental no sólo participar activamente en los actos del Bicentenario de San Fernando, sino legar a esta ciudad un equipamiento de primera línea capaz de explicar a las generaciones de hoy y las venideras la importancia vital que esta ciudad tuvo en la lucha por las libertades y en el camino de la democracia".


Recordado la anterior, es de hacer constar que, si en otras ciudades de España la permanencia a estas alturas de símbolos franquistas en calles y plazas -cinco años después de aprobada la Ley de Memoria Histórica- es inadmisible, el mantenimiento de esa simbología en la localidad de San Fernando resulta especialmente insultante. Allí, sin embargo, permanece el monumento al general Varela, máximo artífice del golpe de Estado franquista de 1936 en las ciudades de Cádiz y San Fernando, cuya estatua ecuestre ocupa la céntrica Plaza del Rey. Allí, sin embargo, se mantienen placas en memoria de los caídos en la gloriosa cruzada por Dios y por España o nombres de calles como el de Ricardo Isasi, primer alcalde impuesto por la dictadura franquista, cómplice del asesinato del alcalde republicano Cayetano Roldán Moreno y de buena parte de los concejales democráticamente elegidos.

El concejal del grupo socialista en el Ayuntamiento, Jaime Armario, ha instado al alcalde de la localidad, señor Loaiza (PP), a que deje de eludir sus responsabilidades
y cumpla con la ley en una ciudad donde, con más motivo que en ninguna otra de España, toda exaltación de la dictadura franquista en contra de la Ley de Memoria Histórica vigente es mucho más ignominiosa: por la importancia vital que esta ciudad tuvo en la lucha por las libertades y en el camino de la democracia.
 ¡Aquella ancianidad no tan lejana!

DdA, IX/2.227

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