Félix Población
La cita literaria que hoy me transmite a través de la Red la profesora de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, mi estimada amiga María Jesús Casals, me parece de lo más oportuna -salvando las distancias circustanciales y temporales- a la hora de atisbar la posibilidad de que muchos de nuestros derechos sociales y laborales, si no se presenta una batalla a tiempo y con firmeza, puedan ser erradicados de nuestro porvenir, con el riesgo implícito de retroceso a los tiempos en que fue escrito ese fragmento. Al leerlo he pensado de inmediato en la conflictiva coyuntura que vive la minería del carbón en nuestro país, tras la decepcionante reunión mantenida ayer entre el titular del Ministerio de Industria, los representantes sindicales y el presidente del gobierno del Principado de Asturias.
El ministro Soria no está dispuesto al entendimiento para modificar el proyecto presupuestario que reduce en un 63 por ciento las subvenciones al sector, abocando a las zonas industriales afectadas a la desertización humana. Cuando casi dos cenetnares de trabajadores avanzan a pie hacia Madrid, dispuestos a permanecer en la capital de España el tiempo que sea, y otros compañeros llevan ya más de treinta días encerrados en varios pozos, con las graves consecuencias que eso puede tener para su salud si no se resuelve cuanto antes la situación, es de temer una pronta radicalización del conflicto, que ayer registró la detención de once mineros en Asturias tras un enfrentamiento con la policía.
Todo parece indicar, a la vista del comportamiento inflexible del Gobierno, que Mariano Rajoy está dispuesto a seguir la conducta de la primera ministra británica Margaret Thatcher, que se enfrentó con mano de hierro al sindicato minero de su país en 1984-85 hasta derrotarlo, después de todo un año de huelga. Ni Comisiones Obreras ni UGT barajan de momento esa posibilidad, pero la temen. Ambos sindicatos son conscientes de que no deben ceder en sus reivindicaciones, pero también de que la radicalización del conflicto puede derivar hacia unas cotas de violencia que nadie desea.
La cita aportada por María Jesús pertenece al gran escritor inglés Charles Dickens, cuya obra refleja con frecuencia las penalidades del proletariado de su país, como es el caso de su décima novela, Tiempos difíciles, donde podemos leer: "Vosotros, economistas de la corriente utilitaria, maestros de escuela sin alma, inspectores de hechos, descreídos elegantes y lánguidos, propagadores de creencias insignificantes y gastadas, recordad que a los pobres los tendréis siempre con vosotros. Cultivad en ellos, mientras todavía quede tiempo, los dones supremos de la imaginación y de los afectos para embellecer así sus vidas, tan necesitadas de ornamento; porque, de lo contrario, en el día de vuestro triunfo, cuando haya desaparecido de su alma toda ilusión y tengan que enfrentarse escuetamente a la vida, la realidad se disfrazará de lobo y acabará con vosotros a dentelladas". (Alianza editorial, 2010, página 210).+@El 15M prepara el recibimiento en Madrid de la Marcha Negra de los mineros
LA CULTURA SE HA BAJADO LOS PANTALONES ANTE EL DINERO
La escritora Ana María Moix cree que el mundo de la cultura está en crisis desde hace treinta años porque "se ha bajado los pantalones" ante el mundo del dinero y el que manda es "el señor de la calculadora", mientras al intelectual se le ha "tapado la boca" con cifras de ventas y subvenciones. "Ahora toda la culpa la tiene la crisis económica, que, sí, es brutal, pero la crisis del mundo cultural viene precisamente de la época de la abundancia", ha opinado hoy esta ensayista, narradora, traductora, poeta y editora en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde dirige el taller Detrás del telón.+@Público.es
La escritora Ana María Moix cree que el mundo de la cultura está en crisis desde hace treinta años porque "se ha bajado los pantalones" ante el mundo del dinero y el que manda es "el señor de la calculadora", mientras al intelectual se le ha "tapado la boca" con cifras de ventas y subvenciones. "Ahora toda la culpa la tiene la crisis económica, que, sí, es brutal, pero la crisis del mundo cultural viene precisamente de la época de la abundancia", ha opinado hoy esta ensayista, narradora, traductora, poeta y editora en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde dirige el taller Detrás del telón.+@Público.es
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