sábado, 14 de julio de 2012

EL GRAN FRAUDE VIVE EN LOS JARDINES DE LA OPULENCIA



Alejandro Prieto


Si la recesión va para largo y es asumido un incremento sustancial del número de parados en los próximos tiempos, afectando en la actualidad a un porcentaje de la población que produce escalofríos, es difícil compartir el planteamiento de que una disminución de la prestación por desempleo sirva de acicate a la hora de buscar y encontrar trabajo; y, por otro lado, qué tanto por ciento de personas se acomodan y sienten complacidas cobrando un 60% de la base reguladora, y, de esa desconocida cifra, cuántas sentirían el impulso y la necesidad de lanzarse a la búsqueda activa de empleo por bajar la paga al 50%.

Si la ciudadanía tiene comportamientos irresponsables a la hora de abonar el IVA, tal como se ha indicado desde el ejecutivo, ¿contribuirá la subida del impuesto a establecer un mayor compromiso al respecto por parte de quienes acostumbran a practicar el escaqueo de manera habitual? Según los técnicos de la Agencia Tributaria, el fraude en mayúsculas no es consecuencia de quienes viven de una nómina, pertenezcan estos al sector público o al privado. Y, con una población que pierde poder adquisitivo día a día, que asiste atónita a perdones fiscales, ¿actuará tal medida para aumentar la concienciación social en cuanto a deberes fiscales se refiere?

Recortar y enturbiar el horizonte social de millones de ciudadanos por excesos, estafas, trampas y corrupciones que no han gestionado y/o cometido, cuando el auténtico peso de la responsabilidad pasea con absoluta tranquilidad por los jardines de la opulencia, ¿es motivo de satisfacción y palmoteo?

Esta tarde, al asomarme a la ventana he visto un vehículo aparcado con un eslogan publicitario que rezaba así: “La reforma de tu hogar, sin cuentos”. Al levantar la cabeza y dirigir la mirada al horizonte, vi un rótulo de grandes dimensiones suspendido en el cielo con la siguiente inscripción: “Demolición del Estado del Bienestar, con cuentos”. No tenía firma alguna, pero parece ser que sus autores eran los mismos de la prima de riesgo.
La fuerza es el derecho de las bestias.-Cicerón
VAGOS Y MALEANTES

Usted es un parado y, reconózcalo, un pelín vago: yo le incentivo para que busque trabajo bajándole el subsidio. Es usted funcionario y toma, ay pillín, demasiados cafelitos: comprenderá que encima no le vamos a pagar la extra… Señora, es muy longeva, no acaba de morirse, pero no pierda cuidado: nosotros le retiramos la ayuda en dependencia. ¿Que ustedes son adictos a las medicinas?: ahorita mismo les quito yo ese vicio con un copaguillo de nada. Ah, pero ¿también tú aspiras a vivir por encima de tus posibilidades comprándote una vivienda en propiedad?: eso lo arreglamos de inmediato eliminando la desgravación. Y encima os subo a todos el IVA por consumistas incontritos e irredentos a ver si aprendéis así un poquito de austeridad. ¡Pringados, picaruelos, pesados, maleantes! Tenéis lo que merecéis por haber llevado este país a la ruina. Si al menos tuvieseis la categoría de malversadores, de inútiles gestores de la cosa pública, de defraudadores al fisco de guante blanco, evasores fiscales de altos vuelos y lejanos paraísos, os perdonaría; sí, tendría tal vez que cesaros, pero os compensaría con otras regalías mirando hacia otro lado. Si fueseis propietarios de conventos, palacios, catedrales, ermitas, iglesias, obras de arte, podría eximiros al menos del IBI. Pero carecéis de altura, no tenéis grandeza. Si yo no fuera el presidente y no estuviera haciendo lo contrario de lo que os prometí y os tratara con el debido respeto, tampoco estaría poniendo la calle a vuestra disposición —agradecédmelo— para que vosotros podáis poner los gritos.— @Benito Camacho Martín.

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