EL TOCOMOCHO DEL HUFFINGTON

Lazarillo

La puesta en marcha en nuestro país del Huffington Post, vendido por sus promotores como una nueva forma de entender el periodismo y la comunicación, consiste según se nos informa en buscar un enfoque diferente a la información de actualidad, creando una comunidad en la que los lectores interactuan y en la que se ofrece un espacio de debate y una selección de lo mejor que hay en la red. También se hace constar que no se pagará a los que escriben, esto es, a los que hacen que HP se lea y tenga en la lectura, por lo tanto, su razón de ser. Si esto último también se promociona como nueva forma de entender el periodismo, es comprensible la respuesta que a la directora del citado medio da, en el artículo que sigue, Uxue Etxebeste, una periodista española en paro, una más entre los miles de colegas que se han quedado sin empleo en los últimos años por el sucesivo cierre de medios. HP ha solventado de raíz el problema de los despidos: no se paga el trabajo y ya está.

"A la atención de la prestigiosa señora Montserrat Domínguez, periodista de pago.Muy loada, para mí ya no loable, señora Domínguez:

La presente es para felicitarle por su flamante cargo de directora de la edición española del diario Huffigton Post. A usted y a los otros siete periodistas que cobrarán en euros por dar forma y contenido a la nueva publicación. El resto de colaboradores lo harán a cambio de prestigio, que es algo que usted valora mucho.

Usted, tan progre de toda la vida, ha tenido una rica trayectoria profesional bien remunerada y, entre nosotras, ha contado en muchas ocasiones con mi admiración, que acaba de perder sin remedio. Aunque como no soy nadie, tampoco le importa, evidentemente.

Sólo soy una periodista en paro a la que se le llevan los demonios porque usted y otros semejantes no solo se prestan a la degradación de nuestro oficio, sino que ejercen de esclavistas. Lo que es peor, los esclavos están como locos de contentos porque van a tener el prestigio del Huffington Post.

No sé si les hará falta el prestigio, que creo que les conoce todo Perico y todo Juanico, pero el dinero casi seguro que lo obtienen por otros medios. Son colaboradores como José Mota, que acaba de fichar por Telecinco por unos milloncetes, Alberto Ruiz Gallardón (Ministro de Violencia Estructural), Alfredo Pérez Rubalcaba (opositor), Patxi López (Lehendakari) y así hasta 60 blogeros/columnistas necesitados de prestigio.

Pues bien, señora Domínguez, sepa usted que las reputaciones se ganan con trabajo y esfuerzo personal, no por tener una plataforma teóricamente prestigiosa que, por cierto, necesitaría urgentemente un diseñador gráfico.

Como extenderme en el tema no va a conducir a nada -siguen echando a periodistas y cerrando medios- concluyo con una patada en el trasero dedicada a los Colegios de Periodistas que no hacen nada por la dignidad de los que hemos estudiado una carrera y pretendemos vivir de ella. Para trabajar en un periódico no hace falta ni tan solo saber escribir.

He intentado pagar el recibo de internet con varios prestigiosos artículos que he encontrado firmados por mí en algunos medios, pero me han dicho que o pago con euros o que me vaya comprando una libreta para escribir mi próximo post.

Atentamente:
Una que tiene una cartulina que dice que es Licenciada en Ciencias de la Información".