viernes, 13 de abril de 2012

ARES DEBE DIMITIR


Félix Población


Si el consejero de Interior del Gobierno Vasco, presidido por Francisco López, ha dicho que asume toda la responsabilidad por la muerte de Iñigo Cabacas a consecuencia de la pelota de goma que le disparó un ertzaintza durante los disturbios que se registraron al término de un partido de fútbol en Bilbao, el señor Ares no debería haberse limitado a reconocer únicamente su responsabilidad política.

Tampoco es suficiente, a mi juicio, que don Rodolfo pida perdón a los familiares de la víctima en nombre de su gobierno, de la policía vasca y el suyo propio por lo que según sus palabras constituye una injusticia y una irreparable pérdida. Todo cuanto se pueda hacer, decir o prometer, tal como ha hecho Ares, acerca del expediente interno abierto a los agentes que intervinieron directamente en la actuación policial y una rigurosa investigación de los hechos, es muy poca cosa en comparación con las consecuencias de tan grave percance.

Es más, cuando el consejero de Interior anuncia que a partir del primero de enero del año próximo las unidades de seguridad ciudadana de la policía vasca dejarán de utilizar las pelotas de goma, aunque sí seguirá empleándolas la Brigada Móvil, creo que el señor Ares trata de soslayar, con el efecto mediático que esta medida comporta -eliminando solo parcialmente la herramienta homicida-, la decisión que de verdad le correspondería al frente de su departamento.

No sabemos en qué desembocarán las investigaciones que se lleven a cabo para aclarar cómo y por qué se ha producido la muerte del joven Iñigo Cabacas, pero si el consejero de Interior considera que este hecho ha sido una injusta e irreparable pérdida, estoy convencido de que lo más justo para los familiares de la víctima sería que tanto el máximo responsable del departamento de Interior, el señor Ares, como el jefe de la policía vasca, presentaran su dimisión.

En conciencia, y por lo que la conciencia le pueda reprobar si es que de verdad ha asumido su responsabilidad política por la pérdida de una vida, esa debería haber sido la mejor decisión de Rodolfo Ares, en consonancia y coherencia con sus propias palabras. Lo que no se entienda es que haya dicho lo que dijo sin haber hecho lo que debería hacer.

Foto: La policía vasca vigila con armamento de pelotas de goma una manifestación de protesta por la muerte de Cabacas.


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Heroico grupo de peligrosos anti sistema minutos antes de ser detenidos por "delito de atentado contra la autoridad" al negarse a abandonar su pacífica sentada. Abel Martín Machado.

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