martes, 13 de diciembre de 2011

LETIZIA ORTIZ, LA HOMOSEXUALIDAD, EL ABORTO Y LA ABDICACIÓN


Lazarillo

En su muy comentado libro El rey no abdica, publicado hace unos meses, el periodista Jaime Peñafiel aseguraba que Juan Carlos I se mantendrá en el trono de España hasta el fin de sus días, pese a que en torno a Felipe de Borbón, su heredero, se había instalado una camarilla muy interesada en que el rey abdicara. Esta posibilidad vendría a cuento a raíz de la operación quirúrgica a la que se sometió el monarca, acaso porque la gravedad de su afección pudiera ser la mayor de lo que se dijo en su día y el estado de su salud fuera peor de lo que oficialmente se viene diciendo.

Como es bien sabido, el cronista Peñafiel, muy relacionado con la familia real en el pasado, no tiene muy buen criterio acerca de la futura reina consorte de España, doña Letizia Ortiz, a la que considera ególatra, fría y soberbia. De hecho, en un pasaje del citado libro, el periodista escribe que la esposa de don Felipe ha transformado a éste en un hombre más cercano y casi simpático [mucho mejor lector de sus discursos, desde luego], pero que también le ha anulado hasta llegarse a creer que es la titular en vez de la consorte.

Gracias a Peñafiel sabemos desde hace tiempo que las relaciones de doña Letizia con sus cuñadas y don Juan Carlos son malas, hasta el punto de asegurar que ni el rey ni las infantas la toleran por su falta de humildad: Letizia -afirmó Jaime más de una vez- siempre quiere ser la más en todo. Quiere ser la más culta, la más elegante. Tanto esfuerzo la consume. Así está tan delgada. También llegó a manifestar Peñafiel que es deseo de la princesa de Asturias llegar a ser reina consorte cuanto antes, por lo que sería favorable a la más pronta abdicación de su suegro.

Con estos antecedentes y teniendo en cuenta la gravedad del caso Urdangarín, que estos días salpica a la Corona por el uso que de su parentesco ha hecho el ex jugador de balonmano para hacer pingües negocios supuestamente fraudulentos, no debería ser pasada por alto la exigencia de la llamada Asociación Española de Abogados Cristianos (AEAC) que, precisamente en estas fechas, se ha dirigido a la Casa Real para que rectifique las declaraciones que doña Letizia Ortiz Rocasolano ofreció el pasado 23 de noviembre durante su visita al Museo de Arte Contemporáneo de Chile. La princesa señaló entonces que el matrimonio en su país es para todos [en relación al matrimonio homosexual] y que se trata de algo ya arraigado en España, al igual que el aborto.

1 comentario:

Folía dijo...

Estoy harta de la familia real. Me sobra por todas partes. Desde luego no me siento representada por ninguno de sus miembros.

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