Félix Población
La ministra Chacón dice que es tiempo de hablar de ideas y no de nombres, al referirse al proyecto de un Partido Socialista que pueda recuperar la confianza perdida y cifrada en esos cuatro millones y pico de votos que dejaron de contar a su favor en las pasadas elecciones generales.
A la ministra Chacón, como a quienes compitan o puedan competir en el liderazgo del PSOE a partir de ahora, lo que le gustaría es estar en esa batalla por el escalafón sin la rémora del batacazo recibido el 20 N, porque tanto ella como los aspirantes a ese puesto saben que están en un partido que formuló esos mismos propósitos de renovación en unas circunstancia parecidas, con la derrota en las urnas de Joaquín Almunia, y al final sólo se habló de nombres y no de ideas.
El PSOE siguió siendo el mismo, con otras caras, y solo porque en aquel mes de marzo de 2004 los ciudadanos castigaron el vergonzoso ingreso de España en la guerra de Irak, seguido de la mucho más vergonzosa falacia del gobierno del Partido Popular en torno a la autoría del terrible atentado del 11 M, pudo el Partido Socialista vencer en aquellos comicios, celebrados tres días después y sin que su nuevo líder, ZP, despertase mayores pasiones.
A pesar de todo, según he podido leer en el texto que sigue -publicado hoy en el diario El País-, todavía hay ciudadanos capaces de creer posible en el PSOE una labor de poda, erradicando las descaradas ambiciones personales y la manifiesta ineptitud de algunos de sus cabecillas, para aspirar a un debate abierto y directo de ideas, que acabe con esa gran hipocresía de postularse como partido de izquierda cada vez que hay elecciones, cuando -como ha ocurrido sobre todo en esta última legislatura- su gobernación no ha tenido nada que envidiar de la que hubiera hecho su principal adversario en las urnas.
Se podría decir, por lo tanto, que también la mentira ha tenido en esta ocasión parte de culpa en la rotunda y más dura derrota del Partido Socialista en unos comicios generales. Aun así, dice Luis S. García:
"Tras el batacazo del PSOE en las recientes elecciones toca, según sus dirigentes, refundar el partido. Sin embargo, al menos por ahora, solo se oye hablar de nombres, de posibles candidatos a liderar el partido. Chacón o Rubalcaba, hombre o mujer, más jóvenes o más viejos, de aquí o de allí... Pero ¿qué pasa con las ideas? ¿Qué pasa con la ideología? ¿Por qué han dejado de votarles cientos de miles de ciudadanos? ¿Tal vez por su política de obediencia y subvención a la Iglesia católica? ¿O por su apoyo incondicional a los intereses de la banca en detrimento de los ciudadanos? ¿O tal vez por su sumisa relación con Estados Unidos (incluido regalo final de la base de Rota para el escudo antimisiles)? ¿O habrá sido por su desidia en materia de defensa del medio ambiente? ¿Qué valores y qué políticas debería defender el PSOE para volver a recuperar a su electorado de izquierda? De momento, de eso no se oye hablar. De momento parece que, una vez más, han decidido empezar la casa por el tejado. No estaría de más que en su próximo congreso recapaciten sobre cuestiones como las mencionadas que, aunque simbólicas, resultan muy ilustrativas y expliquen a los ciudadanos cómo será el nuevo PSOE que aspirará a gobernar España dentro de cuatro años (y Andalucía dentro de unos meses)".
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