Lazarillo
Inesperadamente y contra todo pronóstico, una votación heterogénea a primeros de este mes de noviembre llevó a la derrota a la dirigente estudiantil más carismática de los últimos años en Chile, Camila Vallejo, cuando lo previsible era su reelección al frente de la Federación de Estudiantes de su país (FECh). Vallejo, cuyo nombre y personalidad conviene tener en cuenta con vistas al porvenir político chileno a medio plazo, encabezó durante los últimos siete meses las manifestaciones y protestas de carácter masivo contra el gobierno derechista del presidente Sebastián Piñera por una educación pública gratuita y de calidad, de las que tuvimos frecuente noticia en España. La dirigente y militante desde hace cinco años de las Juventudes Comunistas perdió por 189 votos al obtener 3 mil 864 contra los 4 mil 53 sufragios de Gabriel Boric, un alumno de Derecho que participó por la lista Creando Izquierda. Con este resultado, Boric ganó la presidencia del organismo estudiantil más importante de esta nación andina y Vallejo quedó relegada a la vicepresidencia. Por su indudable interés, insertamos la parte final del discurso que con motivo del cambio de mando en la presidencia de la FECh pronunció Camila Vallejo, abogando por una alternativa de democracia real en la que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos y libertades, y cuyo texto completo también se puede leer completo en su blog.
"Hoy, producto de la histórica movilización desencadenada en nuestro país, hemos logrado provocar fisuras y resquebrajar la construcción hegemónica neoliberal dominante, instalada hace ya más de treinta años por la dictadura. Sin embargo, esta aún no está derrotada, tiene fisuras y está agotada, pero nada indica que no pueda recomponerse sobre sus propias fuerzas, como históricamente lo ha hecho y vuelvan por tanto, nuevamente las fuerzas neoliberales y reaccionarias a ganar poder para reestablecer su hegemonía e incluso blindarla. Existe una crisis de legitimidad del neoliberalismo, eso está claro, ahora de nosotros y de las fuerzas democráticas depende avanzar con convicción y fuerza para derrotar a la maquinaria vil que ya no se puede seguir sosteniendo.
La fuerza y presión democratizadora que están generando los actuales movimientos y organizaciones sociales ya no son sólo en demanda de reformas sectoriales al modelo, sino que por sobre todo, son para hacer avanzar al país hacia la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, ahí está el desafío estratégico de nuestro movimiento.
No quiero terminar, sin antes enunciar algunos de los desafíos que como país tenemos pendientes. Chile debe avanzar hacia un modelo de sociedad que sustituya el principio de la competencia por el de la cooperación, que sustituya al individualismo por la solidaridad y la acción colectiva, a los bienes privados por los públicos, que permita la socialización de las fuerzas productivas y el reparto equitativo del trabajo común, el reconocimiento efectivo del derecho de cada persona a vivir plenamente su vida intelectual y moral. Se requiere urgente renovar la vida pública para recomponer el tejido social, ensanchar los cimientos de la justicia, y construir una nueva geografía del poder, donde no se permitan más abusos ni explotaciones.
Las esperanzas del pueblo están en todos nosotros, y los estudiantes, los demócratas y la izquierda chilena no pueden desconocer el nuevo escenario en el cual estamos inmersos, menos todavía repetir viejas recetas que con la experiencia histórica ya se han visto fracasadas. Debemos ser capaces de fijar un nuevo horizonte para nuestro desarrollo, un nuevo camino por el cual transite nuestro modelo de sociedad y nuestra democracia, necesitamos un nuevo marco en el cual todos por igual tengamos los mismos derechos y las mismas libertades.
Para finalizar, quiero decir que lo que viene es tanto o más importante que lo pasado, quizás el próximo año no haya movilizaciones tan masivas como las de este, pero ello no será excusa para que la lucha no se intensifique. Quiero darle mis saludos a Gabriel, decirle que cuenta con todo mi apoyo en este año de gestión que le tocará vivir, que pese a los inventos mediáticos y diferencias de pasillo que pretenden instalarnos, ambos sabemos que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa y que puede esperar de nosotros, los comunistas, todo el apoyo y la lealtad en esta enorme lucha que juntos enfrentamos, que tal como hace cien años, seguiremos estando firmes junto a los trabajadores y el pueblo, articulando la lucha social en sus más diversas formas, para así proyectar una alternativa de democracia real para todos los chilenos. La primavera promete nuevos frutos, dependerá de todos nosotros, cuán dulces puedan ser".
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