viernes, 2 de septiembre de 2011

HESSEL, EL PSOE Y LA NUEVA DEMOCRACIA


Lazarillo

Estoy de acuerdo con Stéphane Hessel, el nonagenario activista, autor de dos folletos decisivos para dar nombre en nuestro país al movimiento político más dinámico y esperanzador de las últimas décadas, ¡Indignaos! y ¡Comprometeos!, cuyos títulos parecen tener en sus respectivas admiraciones un incentivo para la estimulación: Hay que inventar una nueva democracia. Es inaceptable, según el autor, un FMI incapaz de resolver el problema de la deuda.

A pesar de lo que diga Esperanza Aguirre, asegurando que a partir del 20-N el gobierno de su partido acabará con quienes pretenden hacer de la Puerta del Sol la toma de La Bastilla, Hessel considera que cuando la legalidad democrática choca contra la legitimidad democrática, es válido recurrir a la desobediencia civil. A pesar de la ola de recortes sociales que se cierne sobre España y que ya empiezan a gestionar los regímenes autonómicos del Partido Popular en Castilla-La Mancha y Madrid, así como el de CIU en Cataluña, Stéphane Hessel considera imprescindible despedirse de la era Reagan/Thatcher que las señoras Aguirre y Cospedal y el señor Mas pretenden reimpulsar, como adelanto del previsible gobierno de Mariano Rajoy.

Habla Hessel de la fuerza y larga vida que aguarda al 15-M, así como de la necesidad de hacer uso de las fuerzas políticas que ya existen para participar en las próximas elecciones a celebrar en Francia, España y Alemania, pues no vale abstenerse con el trillado y falaz argumento de que todos los partidos son iguales. Valoro y coincido con él en esos criterios y respeto, aunque no la comparta -sobre todo si me ciño al mensaje de sus panfletos-, su postura de apoyar en Francia al Partido Socialista.

Lo que con seguridad no habrá encajado con la posición política de los millones de ciudadanos que se han identificado con el 15-M es la simpatía que Stéphane Hessel dice sentir por Rodríguez Zapatero, pues ha sido precisamente bajo el gobierno de ZP y como consecuencia de las medidas acordadas por ese gobierno, cuando la indignación popular se gestó y creció en las calles y plazas de España. En cuanto al augurio de Hessel de creer ver en Rubalcaba a un posible gran líder, yo no sé en qué se basa. No, desde luego, en la nueva democracia que el anciano escritor postula y el 15-M representa. Estoy convencido de que el admirado profesor y escritor José Luis Sampedro, prologuista de Hessel en español, no comparte esos criterios.

+@¿De qué va esto?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A Espe y los citados, añádase la comunidades de Murcia, Galicia y Valencia.

A. Garcia Portela dijo...

Aquí los recortes los estamos padeciendo por fuego amigo, por eso nos pillaron inermes. A Hessel le pasará lo que le ocurre a mucha gente en este pais, tienen el síndrome de Estocolmo con el Psoe.

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