viernes, 27 de mayo de 2011

JUAN IGNACIO FERRERAS: RÉQUIEM POR LA NOVELA EN ESPAÑA


Lazarillo

No encontrarán el nombre de Juan Ignacio Ferreras en los suplementos literarios al uso y abuso en España, esas publicaciones cuyo denominador común es ponerse al servicio de la industria cultural y abundar en el desprestigio de la literatura, pues están entregados a los intereses mercantiles de las editoriales y a la cómplice endogamia que en ese afán mueve a críticos, autores y lectores fácilmente pastoreables por la mercadotecnia.

Pues bien, Juan Ignacio Ferreras fue profesor de Literatura Española en La Sorbona de París, impartió clases también en varias universidades norteamericanas y formó parte como investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Tiene en su haber una extensa bibliografía de más de sesenta libros, entre los que encontramos novela, poesía y teatro. Pero la tarea más destacable de Ferreras se centra en la sociología de la Literatura, con obras como La estructura paródica del Quijote, Benito Pérez Galdós y la invención de la novela histórica española, Estructuras narrativas del Libro de Buen Amor, España contra la modernidad, etc.

Con motivo de la reciente publicación de su último trabajo, que se centra en una historia de la novela española desde sus orígenes hasta hoy (La novela en España, ed. La Biblioteca del Laberinto), un estudio que consta de nueve tomos y del que por el momento no he leído tampoco ninguna reseña en los periódicos, Manuel García Viñó ha entrevistado a Ferreras para La Fiera Literaria, ese recomendable y cualificado boletín de crítica de la cultura que de modo tan certero ubica y desemenuza el yermo contenido de buena parte de la novela actual que se publica en nuestro país y da falsa nombradía a sus autores.

La interviú ocupa buena parte del número 236, correspondiente a este mes de mayo, y todas las cuestiones planteadas por García Viñó resultan interesantes, pero las que más quiero resaltar son las relativas a la mercantilización de la literatura en nuestro tiempo. ¿Crees que los escritores españoles son alérgicos a pensar?, pregunta Viñó. "Lo que creo es que nuestra España es una nación desculturizada, en la que es muy difícil hablar en términos conceptuales -contesta Ferreras- o, dicho de otra manera, en la que se confunde la metáfora con el concepto. Las ideas, los conceptos e incluso la imaginación o la fantasía están ya fuera de lo que aquí consideramos vida cultural. Es triste decirlo , pero me da la impresión, siempre refiriéndonos a la novela, de que no hemos logrado aun situarnos al nivel de la preguerra". Antes había dicho Juan Ignacio que la guerra civil no había sido solo una tragedia, sino toda una catástrofe para la vida intelectual en general y para la novela en particular: "No sólo por los muertos, presos y desterrados, sino por los cuarenta años de tiranía que siguieron." Esto comportó para los vencedores perseguir las ideas contra las que se rebelaron, repercutiendo en el colapso que sufrió la novela y del que tardó años en salir.

No pueden faltar en el cuestionario de García Viñó los tejemanejes de los editores con relación a los premios literarios, así como la actitud sumisamente ensalzadora de la crítica especializada ante los mismos. Ferreras señala la mala influencia que ejercen los premios sobre la producción de novelas y subraya que la crítica en los periódicos no le sirve de orientación ni casi de información. Volviendo al desierto conceptual de España, el investigador considera que aquí falla la educación, para empezar, y la cultura o infracultura se ha refugiado en la televisión. "En cuanto a la novela, estamos en manos de la editoriales y de su cuadra, nunca mejor dicho, de novelistas. El novelar continúa, pero es de ínfima calidad. La comercialización de la novela se ha transformado en la cosificación de la novela. Todas las novelas premiadas en los amañados concursos editoriales suelen ser malas novelas y sus autores malos novelistas, con todas las excepciones que quieras. Las obras que aparecen como novelas son montajes comerciales o como los quieras llamar. La novela como género literario se encuentra asediada y casi destruida por la comercialización. Añade a esta catástrofe los cambios técnicos de nuestro tiempo, la sustitución del libro como soporte por otros soportes, el triunfo de la imagen sobre la escritura, la incultura general, y la sospecha de que quizás la novela ya no es necesaria en la llamada cultura actual".

Este Lazarillo se queda muy satisfecho de glosar esta interviú publicada en La Fiera Literaria, cuya lectura recomiendo a todos aquellos consumados y ávidos lectores de Literatura, máxime si están hartos de comprobar que las novelas que no les duran más de veinte páginas en las manos, son valoradas encomiásticamente por esa crítica que aparte de no orientar ni informar, según Ferreras, yo creo que está desorientando y malinformando, para mayor depauperación de la vida cultural y la creación literaria en España. Estamos tocando fondo.

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