miércoles, 23 de marzo de 2011

OBAMA EN CHILE NO PIDIÓ PERDÓN Y ABUNDÓ EN CINISMO


Félix Población

La gira del presidente Obama por América Latina, que ayer terminó en El Salvador después de haberse iniciado en Brasil, tuvo en Chile una especial placidez según las crónicas. Para Estados Unidos, cuenta el corresponsal de la BBC, Chile parece ser el socio ideal, todo un ejemplo de avance económico y social, y de seriedad política. Por eso lo previsto era que Obama, tomando como ejemplo al Gobierno de aquella nación, hablase desde Santiago a toda la región latinoamericana. Pero no sólo hizo esto, sino que amplió el radio de influencia a los países del norte de África. Lo hizo tan empachado de retórica como de pura y dura hipocresía.

Aludió Obama a la dictadura chilena de Pinochet -dicen que con sintomático tartamudeo-, como si el golpe de Estado contra Allende que el general Augusto promovió el 11-S de 1973 fuera totalmente ajeno a la administración norteamericana que lo impulsó, acabando por la fuerza con el régimen legal y democráticamente constituido. Con total desfachatez afirmó que la dictadura de los años setenta y ochenta (17 años) no evitó que el lema de Chile entonces fuera ser libre, algo que hoy esa nación puede transmitir a los países árabes que reclaman el fin de los regímenes autocráticos.

Siguiendo con la retórica vacía y el cinismo lleno, quien abrió su mandato siendo reconocido como Premio Nobel de la Paz y ahora acaba de embarcarse en una nueva guerra en Libia, reconoció que la democracia no puede ser impuesta, puesto que es algo que tiene que surgir desde dentro de los pueblos. Tienen los pueblos el derecho a decidir su futuro -dijo Obama-, incluido el pueblo de Cuba.

Algunos de estos comentarios fueron pronunciados por el presidente Obama durante el brindis que precedió a la cena de gala que el presidente chileno, Sebastián Piñera, organizó en el Palacio de la Moneda en honor al presidente estadounidense. Esa sede presidencial está históricamente manchada por la sangre de quien obtuvo mediante votación democrática y libre la confianza del pueblo chileno y defendió con su vida el derecho de ese pueblo a decidir su destino.

Tras Salvador Allende perdieron la vida o desaparecieron miles de ciudadanos, víctimas de la brutal represión ejercida por quien contó con el apoyo de la Casa Blanca. A escasas cuadras del Palacio Presidencial de La Moneda -recordaba Ariel Dorfmann en un reciente artículo- 120 investigadores se dedican asiduamente a recoger una lista definitiva de las víctimas de Pinochet para que se les pueda hacer alguna forma de reparación. Este es el tercer intento, desde que terminó la dictadura en 1990, de afrontar las pérdidas masivas que ocasionó. Dos comisiones establecidas oficialmente ya habían escrutado una inmensa cantidad de casos de tortura, ejecuciones y prisión política, pero se fue haciendo claro, según pasaban los años, que innumerables abusos de derechos humanos seguían sin identificarse. Y, de hecho, la indagación corriente ha recibido 33.000 solicitudes adicionales, horrores que todavía no habían sido registrados.

El brindis de Obama en esa cena de gala celebrada en La Moneda habría sido una buena ocasión para que el presidente de los Estados Unidos pidiese perdón a Chile, pero no lo hizo. En su lugar dio al mundo una lección desfachatada de cinismo apelando al derecho a la libertad de los pueblos. Por defender ese derecho se llenó Chile de dolor y sangre frente a la dictadura impuesta por la casa Blanca.

+@La estrategia de Obama para Chile y América Latina. (PiensaChile)
(Este artículo fue terminado a la 00:01 hrs. del 22 de marzo. En pocas horas, el inquilino de la Casa Blanca emprenderá vuelo de Chile. Queda una estela de demagogia honda y bien estudiada tras su visita. Eso sí, el presente texto habría sido finalizado varias horas antes si quien lo suscribe no hubiera sido detenido junto a nueve personas más en una comisaría de Santiago de Chile, en medio de una marcha pacífica en el centro de la capital del paisito contra la presencia del representante del poder resumido del capitalismo salvaje, a pocas calles donde 500 de los que mandan estaban cenando y celebrando el mensaje aquí comentado.
22 de marzo de 2011)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En la edición de EL PAÍS de ayer decían todo lo contrario: es decir, que sí pidió disculpas.

Un saludo, DESIDERATA

DdA dijo...

http://www.elpais.com/articulo/internacional/Obama/ofrece/disculpas/apoyo/pais/golpe/Chile/elpepiint/20110322elpepiint_21/Tes

Anónimo dijo...

Ahora quien se disculpa soy yo. Esto suele pasar por leer a matacaballos y lo que es peor, no comprobar las lecturas antes de verterlas públicamente.

Saludos, DESIDERATA

Anónimo dijo...

Dices bien, nos puede pasar a todos. Muy agradecido siempre por tu seguimiento.

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