martes, 8 de marzo de 2011

GOYTISOLO SE OLVIDA OTRA VEZ DE MARRUECOS


Félix Población

Leo, como siempre que el escritor firma un artículo en el diario El País, el que publica hoy en este periódico Juan Goytisolo bajo el resuelto título Las últimas horas del déspota. Este calificativo lo aplica el autor al coronel libio Muamar el Gadafi, a quien sin embargo no nombra a lo largo del texto.

Cita asimismo Goytisolo, en referencia a las dictaduras que han sido abatidas en las últimas semanas, a los depuestos presidentes de Túnez y Egipto, expulsados por la ola de protestas populares que tuvieron lugar en esos países. En esa relación crítica sobre los viejos regímenes de la orilla sur del Mediterráneo no está Marruecos, país donde el escritor reside.

Lamento por lo tanto decir, como cuando Goytisolo obvia de continuo el contencioso del pueblo saharaui, que los siguientes párrafos, referidos a las familias de Ben Alí y Mubarak, quedan muy cojos de consistencia al faltar el que correspondería a la monarquía alauita, sobre la que el afamado escritor jamás se ha permitido un comentario crítico, mucho menos si tal osadía presupone defender las reivindicaciones saharauis.

Esperamos que el creador que dé cuenta con serenidad y maestría de la magnitud de esta fase de la historia en el mundo árabe, y al que alude Juan Goytisolo al término de su artículo, reconsidere también lo que pueda ocurrir o no ocurrir en Marruecos. Esto es lo que dice Goytisolo sobre los clanes mafiosos de los déspotas caídos:

"Entretanto, y mientras se desconoce aún el final previsiblemente sangriento del coronel libio, deberemos contentarnos con los culebrones que tanto gustan en los países árabes y no árabes. ¿Quién encarnará el papel de la expeluquera aupada al rango de reina y señora de Túnez? ¿Acudirá al banco a sacar el dinero que atesora despeinada, convulsa y con el rostro deshecho? ¿Habrá una escena de reproches recíprocos entre ella y el ya achacoso marido? ¿Qué actores desempeñarán la función de mafiosos del todopoderoso clan Trabelsi? ¿Escucharemos sus gritos de cólera en el momento de la estampida? ¿Los veremos, mordiéndose las uñas de despecho, en su deshonroso exilio?

Y, si de Túnez pasamos a El Cairo, imaginamos ya la telenovela del próximo Ramadán. La ambiciosa señora Mubarak acusando de ineptitud a su marido, el hijo bueno o menos ladrón arremetiendo contra la cleptocracia instaurada por su madre y su hermano Gamal; los fieles que intentan cambiar de chaqueta a última hora y se hunden con el barco; el rostro incrédulo del que se creyó rey de por vida y ve hundida su obra y secuestrados sus bienes en el extremo sur del Sinaí bíblico.

Un acontecimiento histórico de la magnitud del que hoy vive el mundo árabe hallará un día el creador que con serenidad y maestría dé cuenta de él a los lectores futuros".

No hay comentarios:

Publicar un comentario