jueves, 7 de enero de 2010

LAS CUMBRES DE LOS ANDES Y LA CUMBRE DE COPENHAGUE


Félix Población

Había un glaciar en los Andes bolivianos que se llamaba Chacaltaya, que en la lengua aymara significa Camino del Frío. Ese glaciar, a más de cinco mil metros de altitud, se ha extinguido mucho antes de lo calculado (año 2015), en poco menos de un cuarto de siglo, desde que por los años ochenta se apreció el creciente proceso de deshielo.

No es el único. Como consecuencia del calentamiento climático, otros 5 glaciares de la que se conoce como Tuni Condoriri, la cordillera andina que semeja a un cóndor encorvado, también se han derretido totalmente, mientras el proceso de deshielo afecta ya de modo galopante a un total de 10, con una merma en su superficie de más de un tercio.

El Banco Mundial prevé que para el año 2030 pueden haber desaparecido casi todos los glaciares, hasta el punto de poner en duda la existencia para mediados de este siglo del lago Titicaca, el segundo más grande de América del Sur y el más extenso por su altitud de los navegables en el planeta.

El discreto lector de estas modestas reflexiones tiene en la columna de Breviario una interesante y distendida entrevista de Radio Nederland con el presidente boliviano Evo Morales, cuya exitosa gestión gubernamental en los pasados cuatro años ha sido masivamente apoyada en la urnas. Juzguen ustedes el valor de la explicaciones que da el señor Morales para haber merecido y reforzado ese gran respaldo ciudadano. El poder, más que para desgastar al gobierno, ha servido para todo lo contrario. (Del 54 al 63 por ciento se incrementó el voto a su favor).

Entre otras consideraciones, son de resaltar las propuestas que el presidente de aquella República hace en la interviú e hizo en Copenhague con absoluta y rotunda claridad. Para el señor Morales, el calentamiento global no es una mera cuestión medioambiental, tecnológica o financiera. Se trata de un problema de modelo de vida, del modelo de vida capitalista. Vivir bien -subraya el presidente boliviano-, pero no a costa de otros. No buscar un desarrollo ilimitado, sino la búsqueda de la equidad y la armonía de los seres humanos con la naturaleza, porque la Pacha Mama o Madre Tierra puede vivir sin el ser humano, pero el hombre no podrá sobrevivir sin la Tierra.

Recientemente fueron muy polémicas unas desafortunadas declaraciones de la ministra española de Medio Ambiente, Elena Espinosa, en las que aseguraba que tanto Hugo Chávez como el presidente Morales pudieron torpedear la Cumbre de Copenhague por defender sus recursos naturales, especificando como tales los relativos al petróleo y al gas. Quizá pensaron -dijo la señora Espinosa- que sus expectativas de crecimiento económico se verían mermadas con un acuerdo de reducción de emisiones.

La falacia de esa argumentación queda hoy mucho más en evidencia cuando se sabe, y una ministra de Medio Ambiente debería ser la persona más indicada para ello, que ante los riesgos de sequía que pueden afectar a la población boliviana -agravados por una galopante deforestación que cada año acaba con 300.000 hectáreas de bosque-, los indígeneas han vuelto a utilizar prácticas de cultivo ancestrales que requieren menor cantidad de agua, pues la equidad y armonía con la naturaleza presidía en el pasado la explotación de la tierra.

Lo que dice Evo Morales, señora Espinosa, y acaba de promover con la convocatoria de un Cumbre del Clima alternativa a la gran farsa de Copenhague, es que los pueblos indígenas seguiremos hablando hasta lograr un verdadero cambio. Nuestra voz -afirma- viene de lejos. Nuestra voz es la voz de los nevados que pierden sus ponchos blancos.

Se trata de la voz de agua, señora ministra, la voz de la vida, que se va extinguiendo en los Caminos del Frío que bajan de los Andes, y a la que todos deberíamos prestar la escucha que el presidente boliviano reclama.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta ministra no se entera. Sí está pasando aquí igual en España, sólo se gobierna po y para el voto. Parte de Andalucia y el Levante no tienen agua, porque a otros españoles, Catalunya y Aragón ( río Ebro) no les da la gana que otros aprovechen el excedente que se va al mar del preciado líquido

LEDES dijo...

La cultura no es indispensable en los ministros. Mucho menos, la cultura vital. Por eso el mundo no sabe a do camina. Un saludo y feliz año, Lazarillo.

Anónimo dijo...

Menos dispendio, menos explotación, menos consumo, menos estupidez, menos...

Anónimo dijo...

Me ha gustado el uso que hace del término en su sentido literal y figurado, tan literal y figurado como la defensa que hacen de la tierra uno y otros.

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