miércoles, 23 de diciembre de 2009

"LA REPÚBLICA EN MÉXICO", DE PEDRO LUIS ANGOSTO


Lazarillo

Acabo de terminar la lectura de un magnífico libro, publicado por Editorial Renacimiento (Sevilla), y que recomiendo a cuantos se interesen por el controvertido periodo histórico al que se refiere, a pesar de que ni el autor ni su obra hayan obtenido por ahora la repercusión mediática que merece La República en México, con plomo en las alas, título de la obra.

Pedro Luis Angosto, el autor, es doctor en Historia por la Universidad de Alicante y periodista, lleva casi veinte años trabajando contra el olvido y de ello hay constancia en la documentada entidad de sus investigaciones, por las que recibió en 2004 el Premio Manuel Azaña, así como por la temática de sus libros.

En relación con quien fuera sobresaliente escritor y presidente de la II República Española, ha sido para mí especial y emocionalmente significativo el capítulo que el autor dispensa al apoyo prestado por el gobierno del presidente mexicano Lázaro Cárdenas a don Manuel cuando éste vivió en Montauban (Francia) los dramáticos días previos a su muerte, minuciosamente detallados por Angosto en su obra. Fue, en efecto, la bandera de México y no la de la República la que cubrió el féretro del intelectual y político español. Parte de Francia estaba ocupada por los nazis y las autoridades del régimen colaboracionista de Vichy habían reconocido al régimen de Franco, por lo que el entierro público de Azaña hubo de verificarse sin la enseña tricolor. (Es de recordar que hace unos meses, cuando la ministra de Cultura entregó al Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca la llamada “bandera de Azaña”, los medios de información en general la identificaron con la que cubrió su ataúd).

Sirva lo dicho como breve introducción a un texto que Pedro Luis Angosto escribió con motivo de la reciente aparición de su libro y que refleja tanto los propósitos que le animaron a escribirlo como la tesis que defiende en sus páginas. Los primeros se resumen en un homenaje al excepcional gobierno de México, bajo la presidencia de Lázaro Cárdenas, que defendiendo con firmeza y generosidad la causa de la República Española aplicó estrictamente los principios del Derecho Internacional frente a la traición de las grandes y medrosas democracias europeas:

"Hace unos días apareció mi último libro: La República en México, con plomo en las alas. Las grandes democracias contra la libertad de España. Estoy seguro de que no es un libro tan bueno como La Catedral del Mar o Un Mundo sin fin, que no llega a los talones a esos paradigmas de la Historia actual que son Pío Moa, Zavala, Marco o César Vidal. Llegar a su altura es algo que sólo está permitido a mentes privilegiadas, a almas puras y buenas en estado de gracia, a historiadores capaces de abstraerse, subir al limbo y desde allí observar las grandezas con las que el franquismo obsequió a España y a los ciudadanos que la habitaban y habitan.

No uno, que no es un historiador objetivo, sencillamente porque la objetividad no está al alcance de los seres humanos, porque va contra su esencia subjetiva, porque es algo a lo que sólo los dioses pueden acceder. Perdonen pues que me dedique a escribir Historia con tan poco bagaje, con tan pocas credenciales, tan subjetivamente. Es el sino de los débiles de espíritu, de los que por esa debilidad se tornan inconformistas, rebeldes, críticos y tocapelotas, insistiendo una y otra vez, como Sísifo con su piedra, montaña arriba, montaña abajo, eternamente, en la recuperación de nuestra memoria perdida, de nuestro pasado escondido, robado, escamoteado y destrozado

La República en México, con plomo en las alas es un libro con pocas pretensiones: No las puede tener quien no goza del favor de los dioses ni nunca tuvo simpatías por los poderosos de la tierra. Mucho se ha hablado, y con razón, de la imprescindible ayuda de Hitler y Mussolini a los fascistas españoles para conseguir el final de la guerra. En este libro se habla poco de ello, otros lo han hecho mejor; se insiste, en la otra cara de la moneda, en la traición de las grandes democracias medrosas a la II República Española, en su enorme crueldad para con la democracia española de principios de los treinta del pasado siglo.

Se insiste en ello, porque estamos convencidos de que esa traición fue tan necesaria para la victoria del fascimo español como la ayuda de Hiter y Mussolini. Es más, sostenemos la tesis de que si las grandes democracias, que entonces coqueteaban con el enemigo de todos, hubiesen apoyado al Gobierno constitucional republicano, es posible que Europa no hubiese sufrido después la tremenda sangría de la II Guerra Mundial, ni los españoles la tiranía más feroz y prolongada de las acaecidas en Europa Occidental durante todo el siglo XX. Por otra parte, como no, el libro es también un homenaje al México de Lázaro Cárdenas, un Presidente egregio que se identificaba con los ideales reformistas republicanos españoles, que supo rodearse de un extraordinario equipo de diplomáticos y que hizo mucho más de lo que las circunstancias y sus posibilidades aconsejaban por defender la causa de la República española y la causa del Derecho Internacional".

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien está que la acertada reflexión de Angosto se sume a la de historiadores como Casanova y Viñas que abonan la misma tesis.
La cuestión ahora sería en profundizar sobre el por qué de esas "cobardías".
Un saludo y feliz año,
Desiderata

Mariano Illera dijo...

Leí como me recomendaste el libro en cuestión y coincido contigo, Félix, en que se trata de un trabajo tan interesantes como necesario. Felicito por eso al autor y espero que tenga suerte.
Un abrazo, con mis mejores deseos para el año que viene.

Anónimo dijo...

Me interesa mucho ese tema y les agradezco la referencia del libro. Saludos y feliz año.

Anónimo dijo...

Lo de México no sería reptible en un mundo lleno de muros que celebra tanto la caída del muro de Berlín.

Anónimo dijo...

Estoy con Desierata: ¿Por qué se dieron esas cobadías?

Anónimo dijo...

Leí el libro y aunque no estoy de acuerdo con algunas cosas que dice sobre el Tesoro del Vita y la intervención de Indalecio Prieto, me parece uno de los mejores libros escritos sobre el carácter solidario que tuvo el gobierno de Cárdenas con la República. De lo que se hizo con aquel tesoro nadie sabe nada, pero algunos exiliados o hijos de exiliados que residen en México sí podrían dar algunas pistas.

Publicar un comentario