lunes, 23 de noviembre de 2009

LAS TABLAS DE DAIMIEL Y EL ANALFABETISMO ECOLÓGICO DE LOS POLÍTICOS


Félix Población

Hace algo más de una semana estuvo en España el teólogo Leonardo Boff, sin que sus conferencias fueran apenas noticia en los medios de información del país, salvo alguna digna excepción. De ahí que me haya servido de la web Ajintem.com para indagar en el contenido de una de las charlas del teólogo brasileño en la Universidad Carlos III de Madrid. Fue allí donde Boff dijo que los políticos en su mayoría son unos analfabetos ecológicos. No vamos al encuentro del calentamiento global -advirtió-, estamos ya dentro. Por eso el teólogo cree que ya no se debe hablar de desarrollo sostenible, sino de retirada sostenible.

Poco después de leer esta reseña, tuve oportunidad de ver en uno de los telediarios de ayer domingo unas imágenes de Las Tablas de Daimiel, el humedal manchego convertido hoy en día en un secarral cuyo subsuelo arde de fiebre desde el pasado mes de agosto, pese a que hace más de treinta años el recordado Félix Rodríguez de la Fuente llamara la atención sobre esa posibilidad. Entonces (1976), tal como observamos en el breve documental, las Tablas eran todavía un ámbito de vida como Parque Nacional, declarado Reserva de la Biosfera en 1981.

Con su declaración como Parque Nacional –se puede leer ahora todavía en la idílica página on line de Las Tablas- se dio un gran paso en la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos de nuestro planeta, asegurando así la supervivencia de la avifauna que utiliza estas zonas como área de invernada y nidificación. Ha ocurrido todo lo contrario, como si esos títulos hubieran jugado a favor de la alarmante degradación que soportan actualmente aquellos parajes.

En el reportaje de TVE eran especialmente emocionantes las palabras del último pescador del parque, Julio Escuderos: Lo sueño mucho por las noches, lo tengo grabado y lo veo con agua como cuando yo iba con el barco. Luego llego por la mañana y hay días en que no quiero mirarlo, ¿para qué? De las 2.000 hectáreas de extensión, sólo un 1 por ciento tiene agua en nuestros días.

La desolación que embarga a Julio es consecuencia del analfabetismo ecológico de la mayoría de los políticos del que nos habla Leonardo Boff. Las Tablas vienen a ser una reducción a muy pequeña escala regional de nuestro planeta. Su pujanza biológica de hace poco más de treinta años se ha convertido en una desértica pesadilla con trazas casi agónicas, para la que se buscan ahora costosas y difíciles soluciones de urgencia.

Ayer celebraron en Madrid los políticos de antaño y hogaño del Partido Socialista un multitudinario mitin-show pro economía sostenible que tuvo las hechuras de un evento a lo USA. Entre los concurrentes se encontraban quien fue Presidente del Gobierno durante catorce años (1982-1996), Felipe González, y José Bono, que presidió la Comunidad de Castilla-La Mancha a lo largo de casi toda su carrera política. Por pertenecer a un partido que vendió en su propaganda electoral una cierta concienciación ecológica, es muy probable que para Julio, el pescador de Las Tablas, González y Bono se merezcan algo más que una calificación de analfabetos en la materia.

7 comentarios:

REGIS dijo...

También en eso se parecen a la derecha de la que el PSOE no se cree parte, sobre taodo en tiempo electoral.

Anónimo dijo...

A Boff no se le hace caso y la tierra arde donde era agua. El oso de la foto lo dice todo.

Anónimo dijo...

¿Cómo estaremos de aquí a treinta años? El artículo de Puntos de página lo sugiere. Excelente.

Anónimo dijo...

Pensar en las futuras generaciones debería ser una responsabilidad elemental de los políticos, pero en política sólo el corto plazo rinde votos.

Láclimas dijo...

Me impresionó mucho saber que el interior de la tierra arde. No nos damos cuenta,ni los politicos, ni nosotros mismos, que somos los portadores de la enfermedad que afecta a la Tierra. Y en la mayoria de los casos, decimos a nuestros vecinos y amigos: que mal está el mundo, esto se va a acabar... En vez de pensar en blanco o en negro busquemos el gris, pues algo se podra hacer si ponemos un poco cada uno de nosotros. Mas vale un pequeño rayito de luz, que la maldita oscuridad.

Anónimo dijo...

Los seres humanos son autodestructivos y al paso que vamos me temo que no habrá regeneración sostenible ni nada. El hombre es un lobo para el hombre, para el resto de las especies y ecosistemas. Los políticos son los jefes de esta manada y no van a impedir la destrucción, porque eso no da rentabilidad política aquí y ahora. Muchísismo tendría que cambiar el panorama político y esto va de craneo y cuesta arriba.

Flo dijo...

Me revienta tener a unos políticos que no respetan el porvenir de mi hija ni el de sus hijos. ¡Cómo se puede llegar a tal grado de insensatez!

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