RESTAURACIÓN DE IGLESIAS Y MEMORIA HISTÓRICA

Félix Población

La Diputación de Guadalajara va a invertir 300.000 euros de todos nosotros y de los guadalajareños en particular con objeto de llevar a cabo hasta 27 actuaciones de restauración en edificios de carácter religioso. Acordada por el pleno de aquella corporación provincial, la decisión responde a un convenio con el obispado de Sigüenza-Guadalajara que incluye además una aportación de la Iglesia de 150.000 euros más.

Pues bien, el acuerdo ha salido adelante gracias a los votos del equipo de gobierno, integrado por el Partido Socialista e Izquierda Unida, pero con la abstención y hasta con un voto en contra del Partido Popular. La razón es que IU incluye en esa disposición una propuesta para que sea cumplido el artículo 15 , apartado 1, de la llamada Ley de la Memoria Histórica (52/2007). Esto es, para que se retiren los símbolos, placas, inscripciones y demás retórica franquista que exalte el golpe militar de 1936, la Guerra Civil y la consiguiente y dura represión durante la dictadura. Si toda esa simbología no fuese eliminada, contempla la ley, podrían ser retiradas las subvenciones o ayudas públicas.

¿Pretende el PP de Guadalajara la degradación histórico-artística de las iglesias de la provincia o persiste con su actitud en degradarse democráticamente a sí mismo? Lo que no cabe pensar es que se lleguen a restaurar los templos y demás edificios religiosos en contra de la ley, con la memoria franquista dentro y gracias en buena parte al dinero de todos (67%), incluidos los familiares de quienes esperan recuperar todavía los restos de las víctimas que la dictadura pretendió enterrar sin nombre ni rastro en las cunetas del olvido.