viernes, 28 de agosto de 2009

SOBRE LA TOMATINA Y OTROS FESTEJOS DE INTERÉS TURÍSTICO INTERNACIONAL


Félix Población

Por si el curioso lector no lo sabe o no quiere tomarse la molestia de investigarlo, la llamada Tomatina de Buñol, calificada como Fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo hace siete años, es un evento de corto alcance histórico. Era previsible, pues los antiguos no se caracterizaban por jugar con las cosas de comer, y el tomate, como apreciamos los que lo disfrutamos con gusto e incluso llegamos a cultivarlo en nuestras terrazas con ese grato afán comestible, es materia suculenta y principalísima del condumio estival.

Todo empezó en 1945, con ocasión de una reyerta durante las fiestas de la localidad valenciana, saldada con la utilización de la primera arma arrojadiza que encontraron unos jóvenes en un puesto callejero de verduras. Pasaron unos cuantos años, entre prohibiciones y repeticiones, hasta que en 1957 el Ayuntamiento de Buñol instauró La Tomatina de forma oficial. Bastó luego un reportaje televisivo en Informe Semanal para que la popularidad del festejo cobrara una creciente repercusión popular que ha traspasado las fronteras nacionales.

Como resultado de tal proceso masificador, que en la última y reciente edición congregó en las calles de Buñol a 45.000 personas, se ha ido incrementando el tonelaje de tomate aportado por las arcas municipales para refrendar la internacionalidad del evento y repartir de modo suficientemente colmado su roja encarnadura entre lugareños y visitantes. La última cifra alcanzó las ciento veinte toneladas.

Puestos a repartir ensaladas, saldrían unas cuantas de manera sólo estimativa en un mundo que tiende a superar en 2009, según los más recientes datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), los mil millones de hambrientos.

Que el Estado, a través del departamento correspondiente, haya declarado en 2002 La Tomatina como Fiesta de Interés Turístico Internacional, compitiendo en esta catalogación con otros festejos en que se sigue torturando a los animales, no debería ser el cartel más apropiado y repetido para que los medios de información internacionales dieran cuenta anual de los atractivos de nuestro país. No se nos debería seguir conociendo en el mundo por tan vergonzosos espectáculos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESPAÑA SIGUE SIENDO DIFERENTE

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