jueves, 25 de junio de 2009

EL TRIBUNAL SUPREMO Y LA MEMORIA HISTÓRICA


Félix Población

Leíamos hace poco que el Tribunal Supremo (TS) había rechazado la personación de varias asociaciones vinculadas a la Memoria Histórica y a los familiares y desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo, en la querella por prevaricación interpuesta contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Varias de esas asociaciones se autoinculparon ante el TS como inductores y cooperadores necesarios de las resoluciones de Garzón.

Pues bien, hétenos aquí que el TS, además de admitir a trámite la aludida querella contra el citado juez, presentada por el sindicato ultramontano Manos Limpias, y por lo que varias asociaciones de la MH pidieron la recusación de los magistrados que la admitieron y de Adolfo Prego como ponente de la resolución, viene a refrendar ahora su postura con la admisión de una nueva querella de parecido signo.

En esta ocasión se trata de la presentada por una inédita y rara asociación denominada Libertad e Identidad que, según la web que da constancia de su existencia, abunda en explícita xenofobia, calaña progolpista y añoso credo joseantoniano, tal como documenta hoy Nacho Escolar en su habitual columna del diario Público: Vemos cómo España, desnortada y a la deriva, ha dado la espalda a su propia historia, y con ello a su destino y a su ser más profundo. ¿Les suena?

También llama la atención Nacho sobre el trato exquisito que el TS depara a las asociaciones franquistas, en contraste con el dado a las entidades que representan a las víctimas de la dictadura. Como mejor muestra ahí está la providencia del juzgado que rechazó la personación de varias de ellas y que asimismo cita Escolar hijo: En lo sucesivo, cualquier escrito infundado que remita le será devuelto sin necesidad de nuevo proveído.

Ante semejantes actuaciones y manifestaciones se entiende muy bien por qué en España, a diferencia de lo que ocurre en otros países de nuestro entorno europeo, subsiste todavía una asociación cuya denominación sería impensable en cualquiera de ellos por su absoluta obviedad: Jueces para la Democracia. Hoy mismo no hemos podido dar cuenta nuevamente de la necesidad todavía de esa especificación en el nuestro.

Mientras la memoria de las víctimas que lucharon contra el fascismo sigue enterrada en cunetas sin nombre y sus representantes pueden ser despachados sin respuesta por el alto tribunal, un juez de Ávila acaba de pronunciarse en contra de lo estipulado en la llamada ley de la Memoria Histórica, declarando ilegal la retirada de los símbolos franquistas de la iglesia de la localidad de Pedro Bernardo, de los que se vanagloria el obispado de Ávila. La toga y la casulla defienden en este caso la memoria histórica del franquismo, a imitación de Prego.

RedDIARIO
La memoria como arma arrojadiza. (Gervasio Sánchez).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jueces para la Dictadura 30 y pico años después de la muerte en la cama del dicatdor. SOMOS ÚNICOS.

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