PATRAÑAS DE "PERIODISTA DIGITAL" SOBRE "EL PLURAL"

Félix Población

Los condimentos de Periodista Digital se basan en un posicionamiento ideológico conservador de tinte amarillento, adobado de vídeos sicalípticos, y una obsesiva inquina hacia el actual Gobierno y los nacionalismos periféricos, así como al Grupo PRISA, La Sexta TV y el diario Público. Cierto que tampoco simpatiza con Losantos ni Pedro el de la Jota, en la otra banda, pero más bien por motivos personales, pues Alfonsito Rojo, director de PD, no puede sustraerse de sus resentimientos, según se puede advertir cada día en los titulares de su periódico.

Entre la pluralidad de esas tirrias figuran sin duda como objetivo Enric Sopena y Carlos Carnicero, pues no se puede explicar de otro modo la torpeza y mala baba exhibidas por Periodista Digital en su edición de ayer, a cuenta de una supuesta censura ejercida por el director del diario electrónico El Plural sobre su mejor columnista y buen amigo, uno de los analistas políticos más agudos y competentes del periodismo español.

Estimo que tanto Enric como Carnicero han concedido excesiva importancia a la patraña difundida por PD, pues este medio refleja suficientemente sus carencias e ineptitudes a diario, cuando no, como en este caso, una animosidad tan desabrida como lerda al tratar de vituperar a dos profesionales con sobrada experiencia y reconocimiento en su oficio, por muy próximos que PD los crea a la órbita gubernamental.

Lo bueno de la réplica, en el caso de Carlos Carnicero sobre todo, es que como siempre que alguien competente se aviene a desmentir o a rebatir a quien no lo es y acaso no se merezca siquiera tal dedicatoria, la profesionalidad del primero suele sobrepasar el mero desmentido y dar, como sucede en esta ocasión, una lección de deontología que nos incumbe a todos los que todavía creemos en el indispensable papel del periodista independiente, sea desde la izquierda o la derecha, aplicado a la actualidad política. Por eso no me sustraigo a insertar estos párrafos de Carnicero, relativos a la crítica al poder y al Gobierno, y a recomendar el artículo que hoy suscribe en El Plural:

"Siempre he creído que la primera obligación del periodista es criticar al poder, a todos los poderes. También a la oposición, pero la crítica, su intensidad para la bueno o para lo malo, tiene que ver con la acumulación de poder. Los más poderosos son siempre los que mejores instrumentos tienen para neutralizar la crítica porque el daño que les hace es proporcional a sus intereses. Criticar a la oposición es más fácil y cómodo que criticar al Gobierno. Pero el abuso de esa utilización sólo conduce a la propaganda, que casi siempre es agradecida. La excusa de que la crítica al Gobierno socialista favorece a la derecha es un cartucho gastado. Sirvió para salvar las últimas elecciones generales; pero la madurez de un gobierno que repite, debiera convocar a los méritos propios y no exigir que los periodistas de izquierdas nos pongamos vendas en los ojos para no ver los errores. El problema no es que la crítica al Gobierno favorezca a la derecha. El problema es que los errores del Gobierno, favorecen a la derecha y la solución es que no los cometa y no que nos contengamos los periodistas. No sé si esto es demasiado sofisticado, pero espero que todo el mundo lo pueda entender".