miércoles, 29 de abril de 2009

ETA COMO BANDA DE IMBÉCILES


Félix Población

El periodista y escritor Roberto Saviano, amenazado de muerte por la mafia napolitana a raíz de su libro Gomorra, inauguró ayer en Madrid un curso sobre el crimen organizado, el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Nadie mejor para tan compleja materia, requerida siempre de investigaciones esclarecedoras, que un profesional de la información que se ha jugado la vida en el empeño -posiblemente de por vida- y cuenta con el aval de esa amenaza como el mejor de los créditos para que sus formulaciones merezcan la máxima atención y respeto.

Del Movimiento Vasco de Liberación Nacional, según dijera el ex presidente Aznar durante la tregua del 98, hemos leído y escuchado -a lo largo de sus muchos años de acción armada contra pacíficos conciudadanos- la más variada gama de merecedores calificativos, concordes con la activa conjugación del verbo matar, en cuyo ejercicio tanto se ha significado.

Que ETA sea calificada como una banda de criminales, matones o asesinos es algo que forma parte del lenguaje político y periodístico convencional, así como del que emplea el ciudadano de la calle cada vez que la banda hace una de las suyas, algo que por suerte lleva camino de ser cada vez más raro.

Lo que nunca habíamos leído, y es lo que ha dicho Saviano con el conocimiento de causa que sin duda hay que reconocerle, es que otra organización criminal, La Camorra napolitana, considere a ETA como una banda de imbéciles, aunque sea beneficiosa para sus intereses por mantener distraída a la opinión pública.

Es indudable que cualquiera de los miles de españoles que sufrieron de cerca los crímenes de la organización terrorista desestimará por frívolo e improcedente ese calificativo, pero puestos en las actuales circunstancias, y después de haber hecho fracasar el último intento de negociación con el Gobierno, es muy probable que aquella ruptura saldada con más sangre inocente haya sido de imbéciles. Sobre todo porque desde entonces no ha dejado de recibir ETA, gracias a la excelente colaboración policial entre España y Francia, el castigo que merece.

Dada la actual situación de desgaste y atinada persecución que vive la banda, es claro que seguirá siendo de asesinos volver a matar, pero también sería persistir en la imbecilidad. Sobre todo porque nunca como ahora fueron tantas las expectativas para que ETA deje de ser una banda de matones, con el añadido previsible de llegar a su término hechos unos imbéciles.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Llamarlos imbéciles es demasiado halagador.

karlos dijo...

Matar por un ideal político, matar por dinero y drogas... Me da igual ETA que la Camorra. Las dos organizaciones son terroristas y son también una lacra para sus respectivas sociedades

Publicar un comentario