domingo, 1 de marzo de 2009

MARIQUETA, FABRA, HERRERO Y LA JUSTICIA



Lazarillo


La que sigue es una carta de unos padres atribulados e indignados por la muerte de su pequeña hija en un campamento de Borriol, Castellón, por causas que según la fiscalía eran constititutivas de delito, o al menos de falta, aunque un juzgado de instrucción de aquella localidad haya decidido archivar el caso. La misiva aparece publicada hoy en el diario El País y en la misma vienen a sugerir sus firmantes que si ha sido así y si el ayuntamiento de Borriol no ha verificado investigación alguna sobre el recinto donde se produjo el mortal accidente, una posible explicación es que el presidente del Club de Campo del Mediterráneo se llama Carlos Fabra, presidente del Partido Popular en Castellon y de la Diputación Provincial. Imputado por delito fiscal y tráfico de influencias, sabido es que este señor se ufana de los muchos empleos que reparte su partido ganador gracias al voto cautivo. La carta dice así:

"El 2 de julio de 2007 enviamos a nuestra hija Mariqueta de seis años al campamento del Club de Campo del Mediterráneo, Borriol, Castellón. La vimos de nuevo el día 5. Yacía en coma en la UCI, desfigurada, irreconocible. No había esperanza: un macetero de 70 kilos sin anclar, le había aplastado la cabeza. Falleció dos días después.
Con indignación hemos sabido que el campamento no tenía licencia específica, ni plan de seguridad, ni adecuación de instalaciones, ni personal con contrato en vigor, ni titulación específica. Estaba plagado de maceteros de 70 kilos a 1,30 metros de altura sin anclar. Ninguna de las monitoras vio el hecho. Fue su primo de cinco años, que también participaba en el campamento, quien dio el aviso. A pesar de esto, el Juzgado de Instrucción número 5 de Castellón archivó el caso. Esta decisión la adopta tras una instrucción en la que ni siquiera tomó declaración a los organizadores del campamento.
Todo pese a que la fiscalía considera que "los hechos serían constitutivos de delito o al menos de falta" y "que interesa la revocación del auto de archivo". El Ayuntamiento de Borriol no realizó ninguna inspección ni siquiera después de la muerte de Mariqueta: sus compañeros siguieron expuestos a los mismos peligros. Tampoco se ha implicado el Síndico de Agravios de la Comunidad Valenciana. Una posible explicación es que el presidente del Club de Campo del Mediterráneo es Carlos Fabra. En memoria de Mariqueta, no aceptamos el dictamen de un sistema parcial y arbitrario y estamos dispuestos a dar la batalla".

Mientras esos padres lloran a solas la ausencia definitiva de su hija, sintiendo al tiempo la imperiosa necesidad de expresar públicamente su indignación por el proceder de la justicia en algo que tan a fondo les atañe, un periodista repetidamente a sueldo del Partido Popular, en su infracalidad de eurodiputado y contertulio en la TeleMadrid de la lideresa Aguirre, se permite la desfachatez de insultar reiteradamente al juez Baltasar Garzón a ver si así sale otra vez en los titulares de los periódicos, visto que su capacidad crítica no puede ser otra que la del agravio o la provocación, como ya se comprobó durante su pasada visita a Caracas, de donde fue expulsado con toda justicia.

Hablo, naturalmente, del señor Luis Herrero, incapaz de asumir a estas alturas de su bien nutrida parcialidad sectaria que buena parte de la capacidad de creencia en la justicia que les queda a los españoles, y entre ellos posiblemente a los padres de Mariqueta, estaría sustentada en nombres como el de Baltasar Garzón, avalados sin duda por el currículo con el que su labor es reconocida internacionalmente. Quizá la presencia de un juez como Garzón en Castellón hubiese evitado la indignación que ahora afecta a Inma Cirera y Luis Miguel Ortega, padres de la niña fallecida, fueran cuales fuesen las siglas del partido gobernante.

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