Félix Población
Aunque me fue muy grato saber que Emilio Gutiérrez, el vasco de la maza, pidió disculpas por su violenta acción contra la taberna abertzale de su pueblo (Lazcano/Lazkao) el día antes de la celebración de los comicios en Euskadi, haciendo con ello la más sensata de las reflexiones propias de esa jornada, me hubiera gustado saber si Emilio también votó en su localidad con la libertad y tranquilidad que no auguraban los pasquines impresos en su contra por sus convecinos batasunos.
A falta de imágenes que ilustrasen ese hecho, había otro punto de observación en el País Vasco merecedor de un atento enfoque informativo el pasado domingo. Hace menos de un año, a primeros del mes de marzo, fue asesinado por ETA en Arrasate/Mondragón el ex concejal del Partido Socialista Isaías Carrasco. El atentado tuvo lugar al término de la campaña para las elecciones generales del 9-M, cuyos resultados situaron al PSOE muy por encima del Partido Nacionalista Vasco (algo más de 120.000 votos).
En las elecciones municipales de 2007, Acción Nacionalista Vasca se hizo con la alcaldía de aquella localidad al obtener casi el 30 por ciento de los votos, frente al 18,52 por cientos del Partido Socialista de Euskadi y el 16,79 del PNV. Es de recordar que tras el asesinato de Isaías Carrasco se presentó una moción ética de censura por parte del PNV y del PSE para que dimitiesen los concejales de ANV si no condenaban la violencia, moción que fracasó debido a la abstención de los concejales del Partido Popular, Eusko Alkartasuna y Ezker Batua (en estos dos últimos casos en contra de la opinión de sus respectivos partidos).
Luego ya sabemos que el juez Baltasar Garzón envió a prisión a la alcaldesa de Arrasate/Mondragón por delitos de colaboración con banda armada y quebrantamiento de la suspensión de actividades, y que al cabo de tres meses Inocencia Galpasoro fue puesta en libertad bajo fianza de 30.000 euros.
Pues bien, teniendo en cuenta la conformación hasta ahora del electorado en ese municipio, los resultados de las urnas en Arrasate/Mondragón el pasado 1 de marzo son el mejor indicativo del ascenso experimentado por el Partido Socialista de Euskadi en todo el País Vasco. El PSE pasó en esa localidad del 19 por ciento logrado en los anteriores comicios autonómicos al ¡31,51 por ciento!
Si a eso añadimos que cerca de cuarenta mil de los votos batasunos en toda la Comunidad se decantaron acaso por Aralar, el partido de la izquierda abertzale que condena la violencia y duplicó así sus anteriores resultados, sería deplorable que no hubiera acuerdos sensatos entre los partidos llamados a gobernar aquel país -que creo deberían ser los más votados-, cuando nunca se dieron unas expectativas más halagüeñas para que el terrorismo etarra y su base social se extingan en la convivencia.
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