lunes, 23 de febrero de 2009

LOS RESTOS DE MACHADO Y LAS CARTAS A UN POETA MUERTO


Félix Población

Hace cosa de un año publiqué en este mismo diario un artículo en el que exponía la desoladora determinación de un profesor de literatura de la localidad gallega de Betanzos, hecha pública en un periódico de difusión nacional: Comprendí que debía jubilarme cuando mis alumnos de 4º de ESO me dijeron a las claras que ni entendían ni les gustaba la poesía de Antonio Machado.

Ayer, con motivo de septuagésimo aniversario del fallecimiento del poeta en la ciudad francesa de Collioure, fueron varios los medios que dedicaron espacios de información documental al hecho, así como a la reciente creación del llamado Circuito de Ciudades Machadianas (aquellas donde residió don Antonio a lo largo de su existencia) para mantener viva la obra y la memoria cívica de quien con toda seguridad podría ser considerado nuestro poeta nacional por excelencia, según expresión del profesor García Montero.

De entre todas las recordaciones conmemorativas me interesa destacar sobre todo la que el Ministerio de Cultura hizo el año pasado del libro que José Machado escribió sobre su hermano, Últimas soledades del poeta Antonio Machado, con motivo del centenario de la llegada a Soria del poeta. Se trata de una edición facsímil en la que se ofrece el cuaderno manuscrito de casi 200 páginas que José redactó en 1940, nada más llegar a Chile procedente de Collioure. La obra es de una emotiva y fascinante sencillez. El libro respira la intimidad y espontaneidad de alguien que nunca escribió una línea, pero se sintió obligado por aquellas dramáticas circunstancias a dejar constancia fraternal de quién fue el poeta y cómo discurrieron los días previos a su último viaje, cuando se fue casi desnudo, como los hijos de la mar.

Lejos de disquisiciones eruditas, estudios estéticos o sesudas interpretaciones sobre la personalidad y la obra de don Antonio, el libro de José Machado está provisto sobre todo de cálida y encariñada sensibilidad, vertida a borbotones y sin afeites al papel, urgido el autor por el compromiso de hacerlo cuanto antes y cuando más vivos eran los rescoldos de aquella amarga memoria en Collioure, donde además de Antonio falleció su madre tres días después.

Dice el poeta García Montero que ya es hora de que los restos del poeta Antonio Machado sean trasladados a España. Lo mismo se dijo y se seguirá diciendo de los de Manuel Azaña en Montauban. No creo que eso sea primordial para valorar en nuestro país la obra de uno y otro, que es de lo que se trata. Es más, a juzgar por las cartas que siguen llegando a la estafeta de Collioure a nombre del primero -y que ayer nos mostraba y leía el alcalde de la localidad en uno de los telediarios-, yo creo que don Antonio está más vivo allí que lo estaría aquí. ¿A qué otro poeta muerto le siguen escribiendo sus lectores setenta años después?

Sería muy útil por eso, por parte de nuestras instituciones culturales, que esas cartas fuesen editadas y que junto a libros como el de José, publicados con tanto esmero como corta difusión, pudiesen llegar a los adolescentes de los institutos. Quizá así profesores como el de Betanzos no claudicasen en su celo enseñante y se sintieran más estimulados para que la significación cívica de Antonio Machado y su obra, más que sus restos, vivan entre nosotros como viven en las misivas que llegan a Collioure.

RedDIARIO
Carta a Antonio Machado. (José Saramago).
Machado y Colliure. (Felipe Sérvulo González Villar).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre es muy grato leerte cuando escribes sobre nuestros poetas. Gracias una vez más.

Anónimo dijo...

Siempre es muy grato leerte cuando escribes sobre nuestros poetas. Gracias una vez más.

Anónimo dijo...

Mucha enseñanza se sacaría de Machado si fuera mostrado en los colegios con la admiración debida. Si los profes desertan ante la ignorancia de sus alumnos, qué coño nos queda si nos queda algo.

azuleta dijo...

A. Machado sigue aquí y nos acompañará siempre.

Anna Marti dijo...

¿para cuando una plataforma que postule le vuelta de los restos del poeta a España?
Es inadmisible que se repatriara a Alfonso XIII y a su mujer y que Azaña y Machado sigan en el exilio.

Anna Marti

Publicar un comentario