lunes, 15 de diciembre de 2008

LOS ZAPATOS DE MUNTAZER AL ZAIDI


Félix Población

Posiblemente quienes se topen hoy con el titular de este comentario desconozcan la identidad del aludido, porque nada se dijo al menos ayer en los noticieros audiovisuales acerca de la misma. Eso sí, la mayoría de quienes presenciamos por televisión el percance, celebramos la reacción del reportero iraquí lanzándole a Bush un par de zapatazos cuando éste, en compañía del primer ministro de aquel país invadido, se disponía a contar a modo de despedida las últimas mentiras acerca de su guerra.

Por eso, lo primero que muchos quisimos saber, al ver volar los zapatos del agresor hacia la testa del presidente norteamericano, fue el nombre del osado. Muntazer al Zaidi, con una acción tan aparentemente venial que sólo ha merecido un comentario guasón por parte de Bush, ha dejado inscrita para la historia la imagen que mejor resumirá la ejecutoria del último mandatario de la Casa Blanca. Puede que ésta, con el tiempo, no obtenga en los Estados Unidos la validación histórica que la misma merece, pero sobra decir que para el mundo árabe y para los millones de ciudadanos que se opusieron en occiente a la guerra e invasión de Irak no habrá otra secuencia que mejor retrate ante el porvenir la personalidad del agredido.

Más de 650.000 ciudadanos iraquíes muertos, en torno a dos millones de refugiados y más de 3.500 bajas en las filas de las tropas de ocupación era el balance de la guerra de Irak cuatro años después de la reunión de Azores, en la que el presidente de Estados Unidos, el primer ministro británico Tony Blair y el entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar, decidieron, sin el apoyo de Naciones Unidas, que la amenaza falaz de las armas de destrucción masiva que tenía Sadam Husein justificaba una invasión militar en Irak para eliminarlas. En los tres años subsiguientes a la invasión el promedio de muertes violentas por día se cifró en torno a 120 iraquíes.

Esa es la verdad de cuanto ha venido sucediendo y sucede en Irak gracias a la presencia en la Casa Blanca, durante los últimos ocho años, del señor que ayer mereció de Muntazer al Zaidi el insulto de perro y un par de zapatazos. ¿No les parece a ustedes que ese percance es la mínima reacción que un profesional de la información iraquí puede tener ante lo que Bush ha representado para su pueblo?

No han sido ni la pluma ni la voz de Muntazer al Zaidi las que mejor han descrito lo que el presidente norteamericano saliente ha significado para su país. Han sido sus zapatos. Hartos de pisar la sangre de los suyos, han volado como dos rúbricas de la dignidad de su pueblo contra el máximo culpable de tanta muerte. Por eso no se nos puede olvidar su nombre, en nombre de la verdad y la dignidad debidas a su profesión y a sus conciudadanos.

RedDIARIO
Cien abogados para defender al autor de los zapatazos. (Público).

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuevamente te felicito Félix por tu artículo y la continuidad y calida de tu bitácora. Saludos.

Anónimo dijo...

¿Qué podrá sentir Bush en su conciencia cuando entregue su alma a Dios?

Anónimo dijo...

Los zapatazos del periodista quizá anuncien cómo saldrá USA de Irak. ¿Se fijaron en la cara de contrariedad y enojo del mandamás del mundo?

Anónimo dijo...

Si dios existiera ¿existiría Bush?, dejen de esperar que el cielo arregle las cosas, que los 650.000 muertos de Irak -muchos de llos niños- se merecen una respuesta aquí a este lado. Es una vergüenza que lo más elocuente que se haya hecho contra el genocida del siglo XXI, sean esos zapatazos.

Anónimo dijo...

¿Cómo defenderlo?

Anónimo dijo...

Esa imagen va a dar mucho de si entre los iraquíes, y si no al tiempo.

Anónimo dijo...

¿Tanta alegría porque un periodista en vez de llevar a cabo su trabajo se dedica a lanzar zapatazos a diestro y siniestro? ¿Es que nos estamos volviendo tontos o qué? ¿Qué fue de la objetividad y la imparcialidad en en la búsqueda de la información? ¿A qué tanto infantilismo? Son sólo preguntas; agradecería respuestas razonadas, absténganse lanzadores de zapatos. Gracias.

Anónimo dijo...

La objetividad es un camelo cuando contra quienes deben ejercerla son encarcelados y tienen que soportar la invasión y la muerte durante años en su propio país. Eso no es infantilismo, algunos lo llamarían patriotismo.A mí personalmente me alegra que haya gente así, capaz de decir con un gesto de sus zapatos toda los que Bush representa para ella.

Anónimo dijo...

Un periodista (¡un periodista!) la emprende a zapatazos en una rueda de prensa y la gente se corre de gusto. ¡Hay que joderse! Por cierto, ¿alguien sabe de algún aguerrido periodista irakí que le estampara un zapatazo en las narices a ese gran demócrata y defensor de las libertades que fue Sadam Hussein, tan injustamente derrocado por el estúpido tirano y genocida de la casa blanca?

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