jueves, 14 de agosto de 2008

LE DICEN A JESÚS NEIRA QUE "PALOS CON GUSTO NO DUELEN"


Félix Población
Ya casi todo el mundo sabe, porque la noticia adquirió la relevancia que merece, que el profesor y periodista Jesús Neira se encuentra hospitalizado en estado crítico por defender a una mujer del maltrato que estaba recibiendo en la calle por parte de su pareja. Mientras Jesús está a punto de perder la vida, hecho en el que al parecer han concurrido además posibles negligencias médicas, la agredida ha tratado de evitar la prisión de su compañero alegando que éste sólo mantenía con ella un acalorado forcejeo. Le exculpa asimismo porque Antonio Puertas, el supuesto maltratador, es toxicómano.

Según una encuesta del Instituto de la Mujer a la que hoy mismo recurre el diario Público, el número de mujeres maltratadas en España alcanza la alarmante cifra de dos millones y medio. De ellas sólo 600.000 asumen su condición de tales, lo cual indica que el resto, pese a los insultos, golpes, humillaciones o vejaciones sufridas durante sus relaciones de pareja, no se consideran víctimas de la violencia machista. Sostiene Jorge Castelló que la dependencia emocional es clave para explicar esta sumisión, arraigada en la baja autoestima de las víctimas.

Jesús Neira no sabía que la mujer a la que defendió de la agresión de su compañero formaba parte de esa estadística de mujeres adictas a una esclavitud consentida. Para Neira, como para cualquier ciudadano con un mínimo de sensibilidad y conciencia social, ese inventario no podía contar a la hora de salir en defensa de la agredida. La violencia, en una sociedad que se precie de sus derechos y valores democráticos, nunca debe ser asumida con sumisión e indiferencia ni por quienes la padecen ni por quienes pueden ser testigos de ella.

Porque Jesús no fue indiferente y porque por eso está a punto de perder una vida tan valiosa como la suya, no puedo evitar la grima que me ha deparado leer el artículo de un colega suyo en Libertad Digital, al que para más detalle el diario El Plural empareja en un abrazo con don Mariano Rajoy. Porque lo que le viene a decir ese tal Martínez-Abarca a su tan opuesto colega Jesús Neira es, entre otras cosas, que palos con gusto no duelen.

Como prefiero no transcribir el resto del vomitivo comentario, en evitación del asco que sus palabras me volverían a procurar, dejo al lector esa iniciativa y mando a la mujer de Jesús (en la imagen) el abrazo solidario que la generosidad de su marido merece. Ojalá siga entre nosotros porque necesitamos a gente como él, amante de la convivencia, frente a los que siguen creyendo en el gusto de los palos.

RedDIARIO
Del asesinato a la invisibilidad. (María Dolores Gavilán Sánchez, Público).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Abarca critica en su artículo a la ingrata Sandra

Anónimo dijo...

¿Cuántos de nosotros nos arriesgaríamos a hacer lo que Neira hizo? Ésa es la estadística que más nos debería importar después de las muchas muertes de mujeres habidas.

Anónimo dijo...

A partir de ahora.......¿Alguien volverá a repetir la noble actitud del Profesor Neira?

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