lunes, 7 de julio de 2008

CONGRESOS FUERA DE LA REALIDAD


Félix Población
No faltaron ayer, como es de rigor en las clausura de los congresos del PSOE, las consabidas estrofas de la Internacional, cantadas con mayor o menor convicción por los concurrentes, con o sin puño en alto. También se honró ayer ZP, en el discurso correspondiente, de que su partido siga siendo un partido de izquierda.
Sin embargo, el balance de ese trigésimo séptimo cónclave, tan mayoritariamente resuelto a favor del actual secretario general, nos deja con la sensación de que el PSOE se ha limitado a amagar una serie de gestos hacia la izquierda cuya insignificancia no contrarresta para nada sus muchos débitos en la vertiente social que dice promover.

Puestos en primera línea de debate la laicidad, la eutanasia, el aborto y el voto de los inmigrantes en las elecciones municipales, apenas se cambia nada substancial en la primera materia, pues ni se revisarán los acuerdos con la Santa Sede de 1979, ni se suprimirán los funerales de Estado de carácter católico, alegando en este caso algo tan poco convincente como que no existe ceremonia laica alternativa.


En cuanto a los otros gestos, más parecen haber sido cursados para poner en un brete al Partido Popular en su apuesta centrista, que a sustentar el honor ideológico del que hizo gala el señor Rodríguez Zapatero. Ese honor no cuadra con la directiva del retorno suscrita en Bruselas por dieciséis de los diecinueve diputados socialistas, directiva repugnante, llena de cinismo y falta de escrúpulos, que a muchos europeos nos ha hecho sentir vergüenza de pertenecer a este continente, tal como decía ayer Javier Marías en su artículo Con nuestros votos imbéciles.

Pero si el PSOE pretendió con su congreso nacional, como se sostenía en algún editorial, remontar la atonía política con tímidos gestos de izquierda para reforzar sus apoyos -creo que sin conseguirlo y eludiendo además el perentorio debate sobre la adversa situación económica-, el Partido Popular mostraba en los de Cataluña y Baleares sus flaquezas intestinas hasta tal punto que, en el primero, fue necesaria la presencia de los Mossos d`Esquadra en evitación de que los contendientes de las dos alternativas en disputa llegasen a las manos.
Desde tal foco de reyertas, ya sea en Cataluña o en otras Comunidades, es un derroche de simpleza y de inopia criticar al adversario político, como ha hecho el señor Rajoy, diciendo que el cónclave del PSOE circula fuera de la realidad. Sobre todo porque la realidad en Cataluña, al día de hoy, no sólo deja al PP con el 16 por ciento de los votos frente al 40 por ciento del que dispone en el resto de España, sino con un partido precisado de los agentes de la Generalitat para que no haya más que palabras.

RedDIARIO
La importancia de los símbolos. (Manuel Saco).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bien se lleban los unos en el pdoer, como cuando Aznar era apoyado por casi todo el PP, y qué mal los otros en la oposición.

Anónimo dijo...

No me siento representado por ninguno de los dos partidos, pero sin embargo mi voto es imbécil porque pertenece a uno de ellos por culpa de una ley electoral que favorece el bipartidismo.

Anónimo dijo...

El PP llama radicar a la sociedad en que vive y el PSOE se limita a no desentonar.

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