Felipe González/Alfonso Guerra: La foto del día

Félix Población

Cuentan quienes asistieron al reencuentro en el Palace entre el ex presidente don Felipe y el ex vicepresidente don Alfonso, veinticinco años después de la primera victoria socialista celebrada en ese mismo hotel, con las muchedumbres entusiasmadadas al pie del balcón del abrazo, que se trató de un reencuentro sencillo, algo tenso y breve. La cita no la acordaron sus protagonistas, que no se hablan a solas desde hace una década, sino la perspicacia evocadora del diario El País, como si se tratase de un montaje escénico escuetamente rememorativo entre dos personajes clave de un día histórico, capaz por su gancho nostálgico de hacer mucho más vendible el periódico de la fecha. A quienes vivimos aquel 28 de octubre de 1982 con unas expectativas tal vez exageradas por la mitinesca propaganda transicional, propulsadas sin duda por la propia entidad del histórico evento, nos habría gustado que la cita entre ambos protagonistas no fuera fruto de un interés exclusivamente mediático, sino de la maduración que da el tiempo a los compromisos ideológicos y políticos que hicieron del señor González y el señor Guerra, si no amigos, sí curtidos compañeros de militancia. Tengo la impresión de que si esos dos caballeros hoy no me han dicho nada que me interese durante su breve y algo tenso reencuentro en el Palace, es porque el poder no sólo alejó a uno de otro hasta el silencio, sino porque todo lo que tengan que decirse entre ellos para saberlo nosotros está marcado por el convecionalismo y la superficialidad de una conversación escénica, tan ajena al fondo emocional del día que conmemoran que sus palabras casi lo dejan desprovisto de todo el sentido que tuvo para quienes entonces lo celebramos con tanto exceso de esperanza.