jueves, 13 de septiembre de 2007

¿Imaz lehendakari?

Félix Población

La lectura más fácil de la retirada de Josu Jon Imaz como candidato a la presidencia del Partido Nacionalista Vasco es que el soberanismo rampante, tutelado en la sombra por el ceñudo Arzalluz, le ha ganado el paso al sector más dialogante y posibilista del PNV. Que el señor Imaz se vaya, en evitación de que su permanencia pueda comportar en el futuro una segunda escisión en el partido, denota que hay pugna por el dominio de una y otra tendencia y que la actitud del actual presidente, en pro de la unidad, le dignifica ante los partidarios de una y otra.

Por eso, y aunque Josu Jon Imaz haya manifestado en su artículo de despedida que regresa a la actividad profesional, dando a entender con ello su adiós definitivo a la actividad política, me resisto a creer que una personalidad como la suya, joven y decisiva en el entendimiento de un nacionalismo ajeno al exabrupto, al que le sobran además facultades para una carrera política de largo alcance, se nos vaya sin remedio ni posible retorno.

De todas las interpretaciones que hoy se hacen del anuncio de ausencia del señor Imaz, me quedo con las que apuntan a una hipótesis según la cual una de las bazas para la victoria puede ser el amago teórico o real de retirada. Poniéndose al margen de las luchas de partido, Josu Jon Imaz se revalora como candidato a lehendakari. Según algunas fuentes próximas al PNV, el sorpresivo movimiento dado a conocer ayer por su presidente podría no acabar el punto final en donde él lo sitúa.

La línea del señor Imaz la interpretará ahora Iñigo Urkullu, al que le corresponde un control probado en el aparato del partido merced a su influencia en Vizcaya -la militancia más decisoria y mayoritaria del PNV-, que presumiblemente pueda derivar en su futuro nombramiento como presidente. Si eso ocurriese, y yo creo que la reciente decisión de Josu Imaz va a favorecer esa alternativa, estoy por apostar que la figura de éste será la más idónea y previsible para sustituir al señor Ibarreche, alineado a la vera del sector tutelado por el ceñudo Arzalluz y su ahijado Egibar.

Debe recordarse, ahora que hay una propuesta soberanista de referéndum en lontananza propulsada por el actual lehendakari, que el llamado plan Ibarreche redujo el apoyo ciudadano cosechado por el PNV en las últimas elecciones autonómicas en el País Vasco, convocadas por don don Juan José en abril de 2005 con una intención claramente plebiscitaria. Los nacionalistas perdieron entonces casi ciento cincuenta mil votos con respecto a los comicios de 2001. Eso está en la más reciente memoria de las bases peneuvistas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que esa opinión es la más positiva pero no es la más real. Los nacionalismos en España se contagian, lo mismo los españolistas que los periféricos y ahora el contagio catalán marca el nacionalismo vasco, pero para que uno y otro sean razonables deben comprender que la independencia ha sido y es la opción de una banda armada con mucho muertos en sus espaldas.

Anónimo dijo...

Sean cuales fueren las intenciones de José Juan, su decisión es inteligente, puesto que no hay que el referendum proyectado por el apuesto lendakari vasco es ilegal, es decir: está fuera de la Ley. Quien se coloca fuera de la Ley abdica de su condición de demócrata y debe recordar el dicho clásico: "Aquel que no quiera vivir en libertad, pero con la Ley, morirá libre por la Ley". O el dicho de Ciceron: "legus servus sumus ut libere esse possimus". Somos siervos de la Ley para poder ser libres. Claro que si el Gobierno de España no está dispuesto a defender la Ley, ésta es inútil y al ser conculcada en Vizcaya y, en Cataluña sin que pase nada, lo será en el resto de España y muy paricularmente en Madrid, que tiene seis millones de habitantes frente al millón y poco más que viven en el País Vasco. Seguramente Imaz supone que el Gobierno de España no va a permitir que se deje de cumplir la ley y entonces sérá él quien más posibilidades tenga de ser lendakari. Pero bueno, el riesgo está en que Zapatero se quede tan campante cosa que a mí, personalmente, no me extrañaria nada en un hombre que ignora lo que es una nación y así lo ha declarado públicamente.

Anónimo dijo...

Pues yo me sentiría muy satisfecho si el PNV con su patrón Arzaluz y su lehendakari Ibarrretxe volvieran a perder otro 150 mil votos por soberanistas, hala, a ver si así se enteran de que la independencia la mataron a tiros quienes no fueron capaces de usar la democracia para reivindicarla.

Anónimo dijo...

El que sobra es Ibarreche y la salida de Imaz lo va a hacer posible. Y si no, al tiempo.

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