lunes, 27 de agosto de 2007

Público Actual y La Nación, dos nuevos periódicos para el curso que viene

Félix Población

Entre las novedades garantizadas con las que contará este próximo otoño, y después de un periodo bastante dilatado sin que se den este tipo de hechos, estará la de que España disponga de dos nuevos diarios impresos de ámbito y difusión nacionales, orientados a la izquierda en un caso y a la derecha en otro de los actualmente existentes.

El primero tratará de encontrar sus lectores entre quienes no hallan desde hace tiempo en el diario El País de nuestros días la suficiente satisfacción a sus demandas en pro de un periodismo social y políticamente más comprometido, con menor dependencia del imperio económico sobre el que el diario de PRISA se asienta y que tanto condiciona su línea editorial e informativa, de modo más manifiesto en el ámbito nacional y en el iberoamericano.

No se llamará finalmente este periódico ni Público ni El Público, cabeceras que se nos antojaban desde que se airearon a través de los medios un tanto inconsistentes. No será por esta razón, sin embargo, por la que don Jaume Roures, propulsor del nuevo diario, ha desistido de tal denominación, sino porque ha preferido evitar problemas de tipo jurídico derivados de la existencia de cabeceras similares, entre ellas la de una publicación teatral, dependiente del Ministerio del Cultura, que con el nombre de El Público se editó durante los años ochenta y principios de los noventa.

Publico Actual, en principio, tal como se llamará el periódico del señor Roures, no me merece mucho crédito como identificación periodística propia o característica de un medio diario. Mucho me temo que esa denominación responda sobre todo al objetivo de identificarse con un tipo de lector joven, tal y como se ha insistido en ocasiones desde los diarios confidenciales al referirse al proyecto de don Jaume. Sería un error que su proyección se predeterminara en función a una franja de edad.

No lo sería si el calificativo adjunto a la cabecera inicial se basara en la búsqueda, hallazgo y ulterior suscripción o adscripción de un público inquieto, dinámico y en consonancia con una línea abiertamente progresista, moderna en su formulación, competente en su profesionalidad y sin posos sectarios de carácter ideológico que la escoren hacia donde suelen purgar su descomposición iniciativas periodísticas de similar perspectiva.

En cuanto a La Nación, el nuevo diario que vendrá a competir sobre todo con La Razón y ABC desde una derecha aún más conservadora, puede que también tenga su público, pero por ser dos los medios con los que pugnar, además de El Mundo que también podría sentirse implicado, su porvenir sólo sería asegurable si con su salida y un alto nivel profesional hiciera posible que se resintiera la existencia de los dos primeros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo tampoco le veo mucho acierto al nombre del periódico, la verdad, más que un diario parece el nombre de asociación de consumidores. El caso es que al final podamos tener un periódico más convincente que El país cuando trata ciertos temas como los que Félix dice.

Anónimo dijo...

Mejor que se llame Público, como se llama.

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