Félix Población
Según nos acaba de comunicar el señor Ministro del Interior, ETA hubiera actuado ayer o anteayer, coincidiendo con el debate sobre el estado de la nación, si la gendarmería francesa y la Guardia Civil no hubieran detenido a los terroristas hace unos días en el límite fronterizo con Navarra en un vehículo cargado de explosivos, dispuesto al parecer para su inmediata puesta en acción.
Ayer también, el facundo Zaplana propaló en donde sólo se pueden perpetrar esos miserables infundios que son más graves estos tres años de Zapatero que lo que pueda hacer ETA en el futuro. ¿Se imaginan el efecto que habrían tenido esas frases de don Eduardo, vertidas en los micrófonos de la COPE, no ya sobre todos los españoles de bien, sino sobre las familias y amigos de las potenciales víctimas del atentado frustrado gracias a la meritoria diligencia policial?
El sonado e infamante diagnóstico del señor Zaplana tuvo al final del día su colofón mediático de parte de quien, a la vera de su muy devoto Anson y don Pedro el de la Jota en el diario El Mundo, no ceja en esgrimir su oficio desde el resentimiento hacia las siglas socialistas, sin advertir lo resbaladizo que puede resultar el sañudo apasionamiento cuando se está en directo ante las cámaras de televisión y se comparte tribuna con experimentados profesionales de plural y generalmente atinado juicio crítico.
Doña Isabel San Sebastián, que de suyo gasta labia sumamente detractora contra el Gobierno vigente, se engolfó esta pasada medianoche en la calenturienta invectiva durante el programa de debate 59 Segundos, ofrecido por La Primera de TVE. Tal parecía, pese a la ardorosa e infructuosa defensa que hizo del señor Rajoy, a quien dio por vencedor en el debate con ZP en contra de la opinión del resto de contertulios, que a la periodista vasca le supuraba, a más de una secreta decepción por el proceder de don Mariano en el Parlamento -que hasta en su propio partido han reconocido algunos en voz baja-, un cierto despecho por lo que constituyó el fundamento de sus criterios durante el citado programa televisivo: el agorero presagio de un atentado etarra.
No fue capaz la señora San Sebastián, sin embargo, de hacer compatible la supuesta rendición del Gobierno ante ETA con la posibilidad de nuevos actos terroristas, por lo que don Miguel Ángel Calleja hubo de replicarle que le parecía delirante que cierta gente necesitara que ocurriera un atentado para justificar sus análisis, a lo que el sutil y ducho don Fernando Ónega añadió un obvio aunque pertinente matiz: Si ETA atenta, lo hace contra todos nosotros, no contra el Gobierno.
Me quedo con esta última observación de mi recordado y reputado compañero a fin de utilizarla como respuesta a lo expuesto por don Eduardo Zaplana en la emisora de los respetables monseñores. Sólo pudo asesinar a dos personas ETA durante estos pasados años de gobernación a cargo del Partido Socialista, pero eso es peor que todo lo que pueda hacer la banda en el futuro.
Ése es el valor que el señor Zaplana da a las víctimas del terror después de que el Ejecutivo al que perteneció acabara su legislatura con 192 muertos a causa del terrorismo internacional y 44 españoles asesinados por ETA. Para el facundo Zaplana esa posibilidad de barbarie, empero, no es lo más grave. Lo es más el Gobierno que hasta ahora la ha impedido.
RedDiario
Noticia
UNA INJURIA PARA UXUE BARKOS
Una periodista más bien extremista (la aludida en el artículo de Félix Población en DdA) se permitió, en la noche del miércoles, decir que la representante de Nafarroa Bai en el Congreso de los Diputados, Uxue Barkos, era medio “etarra”. Una barbaridad y una injusticia -Barkos, durante su campaña para la alcaldía de Pamplona, hubo de sufrir no pocos ataques y asaltos de la ‘muchachada’ batasuna-, que cobra especial gravedad en unos momentos en los que se estaba negociando el pacto de los socialistas con la coalición que lidera Patxi Zabaleta y que ha hecho pensar a la afectada en la posibilidad de presentar una demanda contra la fanatizada ‘colega’. Que, para colmo, lanzó su diatriba desde un programa de la televisión oficial, TVE, que bien podría cuidar más estas cosas. Y, por si faltaba algo, crece la sensación de que el atentado que preparaba la banda terrorista ETA durante el debate sobre el estado de la nación -en el que Barkos fue unánimemente aplaudida cuando pidió apoyo para restablecer el buen nombre de NaBai como una formación democrática y dentro del sistema- iba dirigido precisamente contra Zabaleta.
Diario Crítico
5 comentarios:
El resentimiento y mal perder de la derecha ha vaciado su capacidad de razonar hasta el punto de cometer y repetir hasta el abuso esas infamias.
Dos impresentables, ejemplo de lo peor de la clase política y la profesión periodística.
Es que palabras tenemos muchas, más puesto que el tema va de interpretaciones de frases, la susodicha voy a interpretarla así: Si es verdad que el Gobierno adquirió con ETA ciertos compromisos que después no pudo cumplir y eso produjo la rotura de la tregua, los atentados terroristas que puedan ocurrir ahora serían como pequeñas batallas de una guerra en las que algunos matan y otros...ah "confían en el Estado de Derecho", pues si el proceso de paz esta roto, es que hay una guerra. Y en una guerra hay bajas, no víctimas. No obstante, si el Gobierno cede a pesar de todo ridículo sería pensar que ETA continuara matando. Ahora nótese que nadie escribiría esto hace tan solo tres años y que ahora se escribe, incluso con una cierta "naturalidad". Sáquense ahora las conclusiones oportunas.
En cualquier caso, el comentario de Zaplana no se hubiera producido de conocer la ciudadanía el contenido de ciertas Actas, que no sé yo por qué razón puesto que no se me dice, han de permanecer ocultas a los españoles cuando bien las conocen mediadores internacionales. Ya se sabe que si Gara las publica, no hay que hacer caso a Gara. Así pues, y vista la perversidad, inquina, mala idea y deseos de revancha de la derecha, nuestro Gobierno debería contribuir a que quedara en ridículo con pruebas y no con palabras. Eso favorecería mucho al partido en el poder y produciría la muy merecida descalificación de la derecha española, de sus medios de comunicación, de sus Obispos y de casi de todo, vamos. Y contribuiría también a que todos cuantos tienen sentido común tuvieran que reconocer que el señor Zapatero nunca mintió en este asunto, que ya está bien acusar de mentiroso a este buen hombre sin ninguna prueba.
Zaplana es un indeseable mírese como se mire, porque desprecia a las víctimas que el terrorismo puede causar sólo con la idea de desgastar al gobierno durante cuyo mandatos menos víctimas se ha cobrado el terrorismo.
Me admira, Félix, cómo esta gente no les ha terminado de superar...
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