martes, 31 de julio de 2007

La deportación inhumana de Angélica Loja Cajamarca, hija del Sur


Félix Población

No estaríamos hablando de lo mismo si el padre de la niña ecuatoriana Angélica Loja Cajamarca, de 11 años, y su madre Ana Elizabeth, residentes sin papeles en Bélgica desde hace cuatro años, no hubiera movilizado a la opinión pública para evitar que su ex esposa e hija fueran deportadas a Ecuador. Gracias sin duda a esa campaña, favorecida notablemente por el hecho de ser la esposa del presidente don Rafael Correa de origen belga, una juez de Bruselas ha paralizado la orden de expulsión del país que pesaba contra la niña y su madre tras cuatro años de residencia ilegal en la capital belga.

La razón objetiva esgrimida por la juez para decretar esa orden se basa en que, tras su detención, Angélica ha pasado 29 días encerrada junto a su madre en un centro de internamiento, ocasionando tal reclusión un trauma en la chiquilla que es constitutivo de trato inhumano y degradante y viola el artículo 3 de la Convención Europea de los Derechos Humanos. También se hace constar en la noticia, difundida esta mañana por la agencia Efe, que en evitación de la presión mediática que el caso había suscitado en Bruselas, la Oficina de Extranjeros había previsto verificar la deportación desde el aeropuerto de Amsterdan, dado que en el de la capital belga se habían congregado decenas de personas que se oponían a la expulsión.

El periódico católico La Libre Belgique recordó hace unos días que no se trata de un hecho aislado y que se produjeron casi 700 casos similares en 2006, mientras que en estos momentos unos quince menores se encuentran retenidos en los tres centros para inmigrantes ilegales. De ahí quizá que la niña Angélica, autora de una conmovedora carta al rey del Bélgica que fue publicada por la mayoria de los medios de comunicación y que originó la gran repercusión y polémica que ha tenido su caso en aquel país, celebrara el término feliz de tan amarga experiencia con el deseo de volver pronto a su colegio: Quiero ser abogada para defender a otros niños como yo.

Seguro que lo harás con el temple de razón y corazón que habrán inscrito en tu memoria esos 29 días oscuros y porque, además, este mundo nuestro lo está pidiendo a gritos y necesitamos con suma urgencia y diligencia el aprendizaje vital de la justicia que tú has ejemplificado, querida niña Angélica, hija del Sur nuestra.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya que tan generoso se muestra con los inmigrantes, ¿cree que debemos admitir a todos cuantos llegan? ¿No sería más justo que sus gobernantes les facilitasen el trabajo digno que aquí reclaman, los derechos y todo lo demás? Está muy bien escribir esas cosas, pero los problemas de nuestro mundo se complicarían mucho más si se da acogida a todos los que necesitan pan y trabajo, para eso hay unas leyes que impiden que venga cualquiera y se quede, y las leyes son para resparse.

Anónimo dijo...

Es una pena ser como TF.

Anónimo dijo...

¿Se trata en verdad de un medida definitiva o sólo obedece a la presión mediáticas de unos y otros?

Anónimo dijo...

No olvidemos que hace algunos años los que estuvieron en Europa migraron hacia America y Africa porque en este territorio no habia pan y no habia trabajo seamos un poco mas reciprocos con los que viven lo contrario. y les toca migrar por necesidad

Anónimo dijo...

no había leído el comentario hasta ahora y es lamentable que tf piense que vive en un mundo paralelo, está super desubicado, solo espero que no pase alguna desgracia en su país que genere la migración de sus habitantes a América Latina.

Angelica loja cajamarca dijo...

hola
soy Angelica loja cajamarca les quiero agradeser a todos que estan con migo quieros darles mil grasias. se que lo pase mui mal en ese centro cerado tener que ver gente sufriendo mi madre llorando.Se que para hotras personas es mui normal eso pero no menfado con ellos comprendo porque hellos no hantenido que pasar poreso y horo todos los dias a Dios para que ninguna hotra persona les tenga que pasar lo mismo como hotras personnas y yo nos anpasado.

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